En medio de la peor crisis económica de Alemania en décadas, Sahra Wagenknecht busca posicionar a su partido, la Bündnis Sahra Wagenknecht: für Vernunft und Gerechtigkeit (Alianza Sahra Wagenknecht). Por la Razón y la Justicia, BSW), como una alternativa a los errores de los partidos tradicionales.
La líder de la alianza BSW, Sahra Wagenknecht. Reuters.En una nación golpeada por el encarecimiento de la energía, la desindustrialización y una transición ecológica que amenaza el empleo, Wagenknecht critica la gestión de la coalición gobernante y propone un modelo económico basado en la protección de las pequeñas y medianas empresas.
Su discurso apunta a recuperar el bienestar social y la estabilidad económica mediante una política industrial que favorezca a los trabajadores y a las empresas familiares.
Las fallas de los partidos tradicionales
Para Wagenknecht, la actual coalición de socialdemócratas (SPD), liberales (FDP) y Los Verdes (B'90/Die Grünen) ha traicionado los intereses del país. Según su diagnóstico, las políticas energéticas impuestas por el gobierno han asfixiado a la industria, llevando a un declive del modelo Mittelstand (pymes), columna vertebral de la economía alemana.
"La energía barata y una política industrial inteligente son esenciales para mantener el empleo y el bienestar social", asegura.
Sahra Wagenknecht durante la convención fundacional de su partido en Berlín, en 2024.Los Verdes son especialmente criticados por su enfoque "misionero" en la transición ecológica, al imponer costos que recaen sobre los sectores populares mientras benefician a una élite económicamente cómoda.
En cuanto a la CDU-CSU (democracia cristiana), Wagenknecht considera que bajo Friedrich Merz ha abandonado sus raíces sociales para abrazar una visión ultraliberal alineada con los intereses del capital financiero.
La falta de políticas efectivas para frenar la inflación y el deterioro del poder adquisitivo han generado un creciente descontento entre la población.
Además, Wagenknecht acusa a la política exterior alemana de haber sido completamente subordinada a los intereses de Estados Unidos, afectando los lazos comerciales con Rusia y China.
La pérdida del acceso a la energía barata rusa y la adopción de sanciones económicas que perjudican a las industrias alemanas son, según ella, decisiones que han debilitado la posición del país en el escenario global.
Más allá de la cuestión identitaria
El nuevo partido de Wagenknecht busca construir una política que supere los debates identitarios predominantes en la izquierda. "No podemos reducir la política a una cuestión de diversidad sin abordar los problemas materiales", sostiene.
En su visión, la izquierda tradicional ha perdido contacto con la clase trabajadora al centrarse en debates que, aunque válidos, no resuelven problemas concretos como los bajos salarios, la crisis de la vivienda y el deterioro de los servicios públicos.
BSW se presenta como una "izquierda conservadora", combinando políticas de justicia social con un enfoque pragmático en economía e inmigración.
Apuesta por una política migratoria controlada, asegurando que los recursos del Estado no se vean desbordados y evitando el fortalecimiento de partidos de extrema derecha como Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, AfD).
Según Wagenknecht, la crisis migratoria ha sido gestionada de manera desordenada, generando tensiones sociales y afectando a las clases populares, que ven reducidas sus oportunidades de empleo y acceso a la vivienda.
Programa de reconstrucción económica y social
El programa de BSW se centra en cuatro pilares fundamentales: una política industrial y energética inteligente, justicia social, diplomacia basada en la paz y el respeto a la soberanía de los países, y la defensa de la libertad de expresión.
1) Política industrial y energética: BSW defiende la recuperación de una política energética que garantice precios accesibles para la industria y los hogares, evitando la dependencia del gas natural licuado estadounidense. Asimismo, aboga por el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas, que han sido golpeadas por las políticas neoliberales y la desindustrialización.
2) Justicia social: Proponen un aumento del salario mínimo, mayor inversión en educación y sanidad, y la recuperación de un sistema de bienestar que evite el aumento de la desigualdad. Wagenknecht denuncia que el actual gobierno ha priorizado el gasto militar sobre el gasto social, agravando la situación de los sectores más vulnerables.
3) Política exterior y seguridad: Critica la creciente militarización de la política exterior alemana y se opone al aumento del presupuesto de defensa. BSW apuesta por una política de distensión con Rusia y China, promoviendo la cooperación económica en lugar de la confrontación.
4) Libertad de expresión: Wagenknecht denuncia la creciente censura y presión sobre el debate público en Alemania, argumentando que las críticas a las políticas gubernamentales son rápidamente etiquetadas como extremistas. Propone una defensa activa del pluralismo de opiniones como base fundamental de la democracia.
Una alternativa que busca crecer
Con miras a las elecciones federales del próximo 23 de febrero, BSW busca atraer a un electorado desencantado con la política tradicional. Sahra Wagenknecht sostiene que es urgente "detener el vacío político que está beneficiando a la extrema derecha" y ofrecer una alternativa sólida para la mayoría social.
En un contexto de incertidumbre, su apuesta es desafiar el statu quo con un programa que combine justicia social, protección económica y pragmatismo político.
El crecimiento de BSW dependerá de su capacidad para captar votantes de distintos sectores: desde trabajadores desilusionados con la socialdemocracia hasta pequeños empresarios afectados por la crisis.
Wagenknecht confía en que su propuesta, basada en un retorno a la política social y económica orientada al bienestar común, pueda convertirse en la alternativa que Alemania necesita en estos tiempos turbulentos.