Desde marzo de 2025, Canadá vive un repunte de sarampión que ha llegado a 3.000 casos confirmados en todo el país, según diversas fuentes
El país enfrenta un repunte de la enfermedad, con miles de casos registrados tras años de erradicación. Las bajas tasas de vacunación y la postura antivacunas generan controversia y preocupación en la población y autoridades sanitarias.

Desde marzo de 2025, Canadá vive un repunte de sarampión que ha llegado a 3.000 casos confirmados en todo el país, según diversas fuentes
La propagación es particularmente grave en Alberta y Ontario. En Alberta, se registraron más de 1.300 casos, con más de 100 hospitalizaciones, mientras que en Ontario un bebé prematuro falleció a causa de la enfermedad
Este rebrote puso en jaque una enfermedad que fue oficialmente erradicada en Canadá en 1998
Pero con 3.500 casos confirmados este año, este país de 40 millones de habitantes tiene ahora más contagios que su vecino Estados Unidos -que vive su peor epidemia de sarampión en más de 30 años- y que cualquier otro país occidental, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizadas el 9 de julio.
La rápida expansión del virus demuestra lo dañinas que son las tasas bajas de vacunación, que cayeron por debajo del 50 % en algunas zonas rurales, muy lejos del 95 % necesario para lograr inmunidad colectiva
La entrada del virus en comunidades rurales, incluidas las Anabaptistas y otros grupos religiosos, reavivo las tensiones. En algunas zonas, las familias rechazan las vacunas por convicciones personales o religiosas, lo que ha permitido que el sarampión se propague rápidamente
El poder de las redes sociales y un cierto cansancio tras las restricciones sanitarias por el covid‑19 también están alimentando la desconfianza hacia las autoridades sanitarias. Según un estudio de The Lancet, la cobertura de vacunas en el mundo se estancó o retrocedió recientemente, incluso en países desarrollados como Canadá y EE. UU.
En Ontario, las autoridades intentan frenar el brote con clínicas de vacunación y campañas de información. Sin embargo, el acceso limitado a médicos de cabecera dificulta que las familias reciban orientación confiable
Además, los expertos piden la creación de un registro nacional de vacunación y una regulación más estricta de las exenciones no médicas




