Por Lilián Costamagna

Por Lilián Costamagna
"Antes de que nos visite la parca", me había dicho mi amiga Ana Conti. De ella voy a hablarles. Ambas nacimos en San Jerónimo Norte y en la adolescencia fui su profesora de natación en el Club Libertad. Más tarde, en el rodar de la vida, nos perdimos de vista, hasta que treinta años después, y gracias a las redes, nos reencontramos. Ambas como escritoras y Ana, además, como artista plástica de excelencia.
Desde hace unos años ella reside en Estados Unidos, más precisamente en Fresno, California, por hallarse allí la mayor parte de su frondosa familia. Hacia allí fui durante el mes de mayo, en honor a la amistad y el arte que nos une. Ana ha editado tres libros: "El puente de la memoria", "Haciendo pie" y "El tamaño de la palabra", pero también se expresa con la pintura. Asistí a la inauguración de la muestra de su obra en el Fresno Art Council (Consejo de Arte de Fresno). Treinta y nueve obras, que permanecieron durante mayo.
Resulta difícil y muy costoso un evento de estas características, pero Ana necesita hacerse visible con su arte entre los locales y los migrantes hispanohablantes, que son mayoría. Visitó la muestra la curadora de Yosemite Airport, interesada en recibir sus obras en julio. Siete obras de una misma serie, que podrían ser flores, tango, Buenos Aires, ríos, ciudades o retratos. De no contar con los recursos económicos para hacerlo o auspiciantes para ese cometido, será difícil lograrlo.
Aunque, insisto, es una excelente oportunidad para hacerse reconocida en el mundo artístico, una creadora de su talla. Sé de la habilidad de Ana para luchar en pos de sus objetivos y para superar obstáculos. Además, ella hace meditación guiada en un viaje al interior. Eso está en marcha. Pude presenciar una entrevista por zoom que le hiciera el profesor Daniel Gutiérrez, hablando de su arte pictórico y de las letras: la escritura como camino hacia la libertad.
"Me siento libre al escribir y al pintar, porque puedo traer imágenes a mi memoria, o borrarlas, sin sentir la intimidación de los demás. Lo opuesto sería censura, cárcel, mordaza, debilidad. Ejerzo así mi libertad con el respeto que le debo a la libertad del otro, para interpretar los mensajes. Expresión de libertad, es decir, sentir, poder ser", dijo (en tiempos de pandemia, mi amiga fue prolífica en la escritura y la pintura, explorando su interioridad).
En esa ocasión, mencionó con mucho cariño y agradecimiento, a nuestra amiga común, María Clara Gaziano, quien fuera nuestra profesora de Lengua y Literatura y mentora en el momento de escribir. Agregó que está realizando un trabajo compartido para ayudar a escribir y a pintar, tarea que realiza ad honorem, dependiendo del trabajo colaborativo con instituciones estatales.
Por invitación del profesor Gutiérrez, concurrimos a un college de Fresno, para conversar con los estudiantes del primer curso de español. Una experiencia muy enriquecedora. El profesor está colaborando con Ana para propiciar talleres que sean pagos, como se lo merece. Cuando viajamos a San Francisco, visitamos una galería de arte muy afamada, que nos desanimó un poco, ya que la encargada dijo que el arte está en ruinas en estos momentos, hasta con pintores reconocidos.
Para cerrar, y enlazando con mis palabras iniciales, transcribo fragmentos de la contratapa de "El tamaño de la palabra": "Reinventarse y resiliencia son dos términos que de tanto uso, se malgastan. En este libro se resignifican, mostrando con hechos y estrategias vitales, lo que alguien debe superar para reconstruir fragmentos de su historia".
La localidad de Fresno está ubicada en el interior del estado de California, prácticamente en el centro de de dicho territorio, en la zona agrícola del Valle de San Joaquín. Su origen histórico se remonta a la formación del condado de Fresno, formado en 1856, que tomó su nombre de la numerosa cantidad de árboles de esa especie que flanqueaban el río San Joaquín. El condado en ese tiempo era más grande, compuesto de lo que hoy es el de Madera y partes de los condados de San Benito, Tulare, Kinas, Indo y Mono.
En 2020, la población fresnense ascendía a 542 107 habitantes, 1.081 315 si se suma el área metropolitana. Fresno fue la ciudad natal del reconocido escritor armenio-estadounidense William Saroyan (1908-1981) y en ella se encuentra una de las casas de estudio que componen el sistema de universidades públicas de la Universidad Estatal de California. A este último, el más grande de Estados Unidos, lo componen 23 sedes universitarias en total, con más de 400.000 estudiantes y 47.000 empleados entre personal docente y de servicios.




