"Los diarios impresos en papel van a desaparecer", pronosticó Bill Gates a fines del siglo XX. Su estimación ponía el foco en la última década de la pasada centuria. Luego, como los hechos no convalidaban su predicción, la prorrogó diez años.

"Los diarios impresos en papel van a desaparecer", pronosticó Bill Gates a fines del siglo XX. Su estimación ponía el foco en la última década de la pasada centuria. Luego, como los hechos no convalidaban su predicción, la prorrogó diez años.
Sin embargo, el multimillonario cofundador de Microsoft y reconocido gurú tecnológico que, en los últimos años se ha volcado a la filantropía y ha extendido sus preocupaciones sociales a los campos de la salud (pandemias) y la Inteligencia Artificial (empleo), no estaba errado en su visión del futuro. La desaparición de miles de diarios, particularmente en los Estados Unidos, lo comprueban. El pronóstico no se cumplió por completo, pero, haciendo honor a su apellido, sus advertencias sirvieron para abrir puertas de búsqueda a quienes estaban atentos a las dinámicas transformadoras que cada día tomaban mayor velocidad.
Como las respuestas son disímiles ante fenómenos de transformaciones globales, muchas empresas fueron víctimas de sus inercias históricas y societarias, que les impidieron registrar a tiempo la enorme magnitud del cambio de una época. Otras, en cambio, fueron capaces de leer tendencias en la turbulencia de los acontecimientos, adaptar conductas y generar respuestas imaginativas a los nuevos desafíos. Son los que pudieron seguir adelante e, incluso, ampliar sus espectros comunicacionales y consolidar sus bases económicas.
Por eso, un cuarto de siglo después de la predicción de Gates respecto de la muerte de los diarios papel, muchos se mantienen vigentes y no pocos han acrecentado sus actividades. Es el caso de El Litoral de Santa Fe, que cumplió 107 años. Por ese motivo, quien escribe, que trabajó algo más de cuarenta y cinco años en esta empresa e integró durante casi treinta años sus cuadros directivos, le propuso a su actual CEO, Nahuel Caputto, una conversación sobre un proceso que llama la atención, porque va más allá de la capacidad de resistir los ciclos negativos o adaptarse como se pueda a cambios inexorables.
Nos reunimos en el moderno y luminoso edificio inaugurado a fines del año pasado en el Puerto de Santa Fe. La pregunta que abre el diálogo es casi una obviedad: ¿Cuál fue la estrategia de la nueva conducción para estabilizar, primero, y relanzar luego el grupo empresario hacia objetivos mayores, que exceden la tradicional impresión de diarios en papel?
En su respuesta, mi interlocutor me propone el ejercicio de remontarnos conjuntamente al pasado, más precisamente a la década de 1928/1938, tramo histórico en el que El Litoral pasó de ser uno de los cinco o seis diarios que había en Santa Fe con ediciones de baja circulación, a convertirse en el medio predominante. A tal punto que, certificaciones de tiradas de mediados de esa década, realizadas por el escribano Manuel Irigoyen, establecían la impresión promedio diaria de 35.000 ejemplares (la primera, en 1918, había sido de sólo 500 ejemplares). De modo que, si se multiplica ese número por cuatro lectores, cálculo convencional para una familia de aquellos años, el alcance se proyecta a la cantidad de 140.000 lectores, cifra que coincide con la población total de la ciudad en el momento de las referidas certificaciones.
¿Cómo explicar aquel fenómeno? La respuesta es simple: la puesta en marcha, en 1928, de un sorteo semanal de bienes para el hogar a través de cupones numerados en el diario que habilitaban a participar a los lectores y compradores en general, de esa propuesta sostenida en el tiempo, cupones que también habilitaban a participar en el gran sorteo anual de una o dos casas construidas por la sociedad de El Litoral, principalmente en Villa María Selva, en terrenos previamente comprados a ese efecto.
El sorteo se hacía habitualmente en el picadero de la Sociedad Rural de Santa Fe (con su capacidad de alojar 10.000 personas de pie) y era transmitido por la Estación L758 RCA Casa Roca Soler Santa Fe, luego LT9, fundada en 1924, primera emisora del interior del país. Caputto dice que esa conjunción de creatividad comercial, impresión de diarios y construcción de viviendas, fue la fórmula inspiradora del actual ciclo expansivo del Grupo El Litoral.
El directivo describe los fundamentos estratégicos de la creación de cinco pilares, varios de ellos complementarios. Son, a saber, el rubro histórico del periodismo, con diversificados títulos propios y ediciones matutina y vespertina de El Litoral. La impresión de diarios y periódicos en AGL y otras plantas por él adquiridas (entre ellos, La Capital, de Rosario; Uno, de Entre Ríos; La Voz -antes, La Voz del Interior-, de la ciudad de Córdoba; y, próximamente, La Nación, de Buenos Aires), además de publicaciones diversas del interior de la provincia y variados trabajos para terceros con equipos modernos. "Hoy -sintetiza- El Litoral es el principal impresor del país con seis rotativas en funcionamiento en distintos puntos geográficos".
A estos dos pilares de integración vertical debe agregarse el de desarrollo de tecnología para optimizar procesos internos de todo el espectro de producción periodística e impresiones, incluida la web de noticias, que, según sus estadísticas, lidera alternativamente con La Capital y Rosario 3 la grilla de visitas a nivel provincial. Dice al respecto: "Abrazarse a la tecnología fue una decisión crucial".
En consonancia con esa decisión, enfatiza la relevancia de la reingeniería de los procesos internos, la incorporación de mucha y buena tecnología, el acuerdo con Google y con otros diarios del país para el acceso e intercambio de información no sólo de noticias, sino, principalmente, de tecnologías de la comunicación, mejores prácticas empresarias y desarrollos conjuntos de software. Estas acciones le permiten, además, desenvolver software y ofrecer su implementación para sí y terceros.
Nahuel Caputto destaca en particular el acuerdo logrado con Google, al que consagró sus esfuerzos, con reiterados viajes a California, Estados Unidos, para reunirse en la sede de la gran multinacional tecnológica y, también, en la Universidad de Stanford. Google, liderada por su vicepresidente, creó un programa de periódicas mesas de discusión con espíritu colaborativo en las que se analiza el futuro de la información, el rol de los medios y el impacto de la constante renovación tecnológica. El nombre dado al programa revela su propósito: News Geist (mixtura de inglés y alemán que puede traducirse como "espíritu del tiempo").
Esas reuniones congregan a líderes de medios de comunicación, empresarios, periodistas y tecnólogos. De esa convergencia surgió la idea de crear un hub tecnológico o punto de concentración para el acceso a la tecnología por parte de los medios de comunicación adheridos, operatoria que es financiada por Google. Caputto expresa que ya está en funcionamiento en El Litoral y en diecinueve empresas agrupadas en la Asociación de Diarios de la República Argentina (ADIRA). También recuerda con orgullo que, años atrás, los dos primeros medios argentinos en gestionar ante Google y lograr acuerdos de monetización de contenidos y transferencia tecnológica, fueron El Litoral e Infobae.
Al comienzo de la conversación, nuestro interlocutor dijo que su fuente de inspiración fueron los logros de El Litoral en la década del 30 del siglo pasado, años en los que la compra de terrenos y la construcción de viviendas habían sido un complemento sustancial para la venta de diarios y el salto económico de la empresa. Por eso, desde hace unos años, El Litoral participa con socios estratégicos de la construcción de edificios, como la torre "First", de veintiocho pisos, que se levanta en la cabecera del Dique 2 del puerto. Y más aún, participa de modo progresivo en iniciativas de desarrollo inmobiliario ("real state"). Dos pilares diferentes, pero, al cabo, complementarios.
Por fin menciona un último eje que contribuye al resultado general de la compañía: la creación de una empresa de logística y reciclaje de materiales, muchos de ellos procedentes de los procesos industriales de sus propias actividades. El mejoramiento constante de la productividad a través del "abrazo a la renovación tecnológica", la reingeniería de los procesos internos con la consiguiente reducción de costos operativos y las asociaciones productivas con socios estratégicos, constituyen las bases de este nuevo ciclo del Grupo El Litoral en su salto al futuro.




