Con el objetivo de mejorar la calidad del servicio de distribución de agua potable en el barrio La Guardia, la empresa Aguas Santafesinas SA licitó la renovación de infraestructura existente con un presupuesto oficial de $165.474.699,61.
La empresa estatal Aguas Santafesinas repetirá un llamado ya hecho en 2023. Se trata de poner en condiciones la infraestructura existente que utiliza agua de la planta potabilizadora de calle Ituzaingó. Los límites para ampliar la zona de cobertura.

Con el objetivo de mejorar la calidad del servicio de distribución de agua potable en el barrio La Guardia, la empresa Aguas Santafesinas SA licitó la renovación de infraestructura existente con un presupuesto oficial de $165.474.699,61.
La obra consiste en poner nuevamente en condiciones un sistema que había quedado en desuso para brindar un servicio más seguro, pero no se avanza en la deseada ampliación de las redes de distribución. Y es interesante revisar las razones por las que no se tienden nuevas cañerías para que más usuarios accedan al líquido vital. Como se verá más adelante, no hay más metros cúbicos de agua potable disponibles que los actuales, por la paralización de una inversión comprometida por el gobierno nacional.
En La Guardia está prevista la rehabilitación del tanque elevado existente e instalar una cisterna dentro del predio de ASSA, situado sobre calle De Petre e intersección con la Ruta Nacional Nº 168.
Para la provisión de agua a la cisterna se prevé la vinculación a la cañería existente (de PVC DN 110mm), mediante un sistema de bombeo, conformado por dos electrobombas centrífuga (un equipo en funcionamiento y otro de reserva, para mayor seguridad). Con ese sistema habrá una reserva clave para mejorar el servicio al reutilizarse el tanque mencionado.
Lo mismo sucederá con la reparación de la sala de tableros, del deposito, de la sala de cloración y el acondicionamiento del predio de ASSA donde se llevará a cabo la obra y la ejecución de la sala de bombas. Comprende también la instalación del tablero eléctrico de comando, y las tareas necesarias de electricidad, automatismo y telegestión básico para la operación automática de las bombas a instalar con reporte y accionamiento desde el control central de Planta Santa Fe, más instalaciones menores complementarias.
La convocatoria prevé que la presentación de ofertas se extienda hasta el 1 de Julio a las 12 horas, cuando se llevará a cabo la apertura de sobres. Se trata de un proyecto que ya fue licitado con anterioridad, pero no se llegó a adjudicar, durante la gestión pasada.
La Guardia que otrora era "La Guardia de López" está a la vera de la Ruta Nacional Nº168, en su empalme con la Ruta Provincial Nº 1, en el sector Este de la ciudad de Santa Fe. Allí 1.500 habitantes, según la descripción técnica del llamado a licitación, ya tienen el servicio y por ahora no habrá inversiones para aumentar ese número.
Ese sector contó durante años con un servicio desvinculado, que se proveía de agua subterránea y que era potabilizada con un sistema de cloración e impulsada a un tanque para su posterior distribución por redes. Hoy, en cambio, recibe como el resto de la ciudad, agua potable que proviene del establecimiento de calle Ituzaingo. La obra consiste en rehabilitar lo existente para asegurar mejores condiciones para la distribución, pero sin ampliar la cobertura del servicio.
Aunque se sabe que existen sectores de ese histórico barrio costero que carecen de agua potable, la ampliación de las redes no tiene por ahora prioridad ya que el gobierno nacional ha paralizado la obra para duplicar la capacidad de la planta. Desde abril pasado no hay actividad en la obra comprometida por la Nación con Santa Fe, sencillamente porque la Casa Rosada no se hace cargo de la inversión.
Aquí el foco se pone en La Guardia pero lo mismo podría decirse de cualquier otro barrio santafesino ubicado en los extremos de la red, que cada verano padece de baja presión. No hay agua suficiente para las cañerías. Ni perspectivas para que se reanuden las obras a cargo de la Nación.
Como se sabe, tras el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa) dispuesto en noviembre de 2024, y pese a la promesa oficial de que las obras a su cargo continuarían, las transferencias con esa finalidad se terminaron.
Así, hoy están sin actividad cuatro contratos vitales para los servicios sanitarios en la provincia de Santa Fe, por decisiones del gobierno de Javier Milei. No tienen fondos tanto la ampliación de la capacidad de producción de la planta de agua potable en Santa Fe, como otro proyecto similar en la ciudad de Rosario. Ambas iniciativas procuran cubrir el crecimiento natural de la demanda.
Lo mismo sucede con otros dos trabajos que la Nación ha paralizado: la ampliación de la capacidad de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Rafaela y la construcción del mayor de los acueductos diseñados para dar agua potable al norte de Santa Fe, que tiene previsto realizar una planta potabilizadora en San Javier y un conducto hasta Tostado en el departamento 9 de Julio.




