El 6 de mayo de 1995 no fue un día más en la vida de la ciudad de Totoras, departamento Iriondo, ya que en esa jornada, sorpresivamente, llegó a la localidad a jugar un partido de fútbol, nada más y nada menos que Diego Armando Maradona, el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
El nexo fue Juan Amador Sánchez, un experimentado exfutbolista de 64 años y actual coordinador de las inferiores de Platense, que en aquel momento salía de San Martín para entrar en Atlético de Tucumán. Antes, había jugado una temporada en Unión y antes lo había hecho en Boca, River y Huracán.
Sánchez y Diego jugaban en ese momento en la Selección de Fútbol rápido y Maradona todavía purgaba la sanción de la FIFA, la de la famosa frase “Me cortaron las piernas”, que lo dejó fuera del Mundial de 1994 en Estados Unidos.
Sorpresa total en Totoras
En ese contexto, y ya preparándose para lo que luego sería su retorno a Boca Juniors por dos temporadas, el 10 le había pedido a Sánchez que le organizara partidos para ponerse en forma. “Vení a Totoras a jugar” le dijo Sánchez, oriundo de esta localidad. Maradona no podía disputar ni siquiera partidos amistosos salvo que tuvieran carácter solidario. Y entonces se armó.
Maradona se acerca a Fonseca aquel día y le intercambia su camiseta además de regalarle los botines con los cuales le hizo el gol a Grecia, en el mundial 94. Crédito: TN / Daniel Cardaci. Descreídos de semejante regalo del cielo, los dirigentes del Unión Fútbol Club Totoras –militante actual de la Liga Totorense y en la semana previa al clásico con Totoras Juniors- tomaron dimensión de lo que iba a pasar cuando el ex defensor les dijo que estaba yendo con Maradona. El revuelo que se armó en el pueblo fue tremendo. Casi 5.000 personas alcanzaron a llegar y no hubo más público porque no había habido anuncio previo.
Hoy, la institución celeste recordó ese momento en sus redes sociales: “Una imagen histórica que guarda el momento en que la máxima leyenda del fútbol argentino vistió la camiseta de Unión Fútbol Club. Un instante eterno que, a 30 años, sigue emocionando”.
La “otra” historia
Una vivencia paralela vivió en esa tarde otoñal, Hernán Fonseca, ex golero de los celestes. Él mismo recordó hoy ese momento inolvidable: "La madrugada del 4 de junio de 1994, cuando era arquero de mi querido Unión Fútbol Club de Totoras, tuve un accidente donde perdí la capacidad de caminar. Recién cumplía 20 años, y con mi familia nos tuvimos que enfrentar a algo para lo que no estábamos preparados. Resignar sueños, posibilidades, reconfigurar la vida entera” contó sobre todo para los que no sabían de esta emotiva historia.
“Casi un año después de ese día, un amigazo del alma como Juan Amador Sánchez me permitió algo increíble: verte jugar en mi pueblo y abrazarte hasta llorar. Juan organizó un partido en cancha de 11 para que pudieras agarrar ritmo para volver al fútbol y jugaste un partido contra Unión, el equipo de mis amores y donde empezó a jugar Juan Amador” en alusión a Maradona.
Amador Sánchez y Gabriel Griffa, autor del mural, en la inauguración del memorial a la llegada del 10 a Totoras. Crédito: Deportivas Publicidad.“Juan nos presentó en el vestuario, y mientras vos te cambiabas para el partido yo te tenía el bolso. Mi corazón latía a mil por hora y mi boca había quedado paralizada por los nervios. Nunca me voy a olvidar tu entrada a la cancha, el saludo a la gente, y ni hablar de tus tacos, gambetas y goles”. Pero si todo era a puro latido hasta allí, más lo fue cuando pasó lo que Fonseca recordó en las redes del club: “Cuando pasaron solo 5 minutos del segundo tiempo, paraste el partido, te sacaste la número 10, la firmaste sobre mis piernas y yo te di la 10 de Unión. Me volviste a abrazar y me dejaste en el oído una frase que todavía hoy me llena de ilusión y que sigo escuchando: ´Fuerza, no te caigas, mis piernas son tus piernas´. Me abrazaste y se nos escaparon unas cuantas lágrimas mientras la gente respondía con los aplausos que habías pedido para mí. Nunca me voy a perdonar no haber podido decirte nada en ese instante”.
Hoy no es un día más para Totoras, y de hecho, quedó inmortalizado en un mural que fue inaugurado el 25 de abril de 2021, en el cual se estampó una de las emblemáticas figuras de Maradona, junto con el escudo del club, la frase “Dios estuvo en casa”, la fecha en la que ocurrió y el agradecimiento al hijo del pueblo, Juan Amador Sánchez.