Un niño de 10 años fue encontrado muerto en la vivienda donde residía con su familia, y la Justicia investiga a un adolescente de 16 años que más tarde se entregó a la Policía. El episodio generó profundo impacto en San Miguel de Tucumán.
El menor fue encontrado muerto en la casa de su tio abuelo y creen que fue asfixiado. El acusado se entregó a la Policía luego del crimen.

Un niño de 10 años fue encontrado muerto en la vivienda donde residía con su familia, y la Justicia investiga a un adolescente de 16 años que más tarde se entregó a la Policía. El episodio generó profundo impacto en San Miguel de Tucumán.
El hecho ocurrió en una propiedad ubicada en el pasaje Paraguay al 100, donde el menor vivía junto a sus dos hermanos, de 6 y 15 años, y su tío abuelo de 65. Según las primeras informaciones, el adolescente sospechado del crimen solía pasar la noche en la casa y esa madrugada no fue la excepción.
De acuerdo con fuentes policiales, fue el propio joven quien llamó al 911 en la mañana del lunes para alertar sobre la muerte del niño. En esa comunicación habría afirmado que la víctima murió por estrangulamiento.
Tras realizar el aviso, el adolescente se ausentó del lugar y no se supo nada de él hasta que se presentó horas después de manera voluntaria ante las autoridades.
Cuando la Policía llegó a la vivienda, encontró al niño sin vida, mientras los familiares recién despertaban. En la escena trabajaron peritos de la Policía Científica para recolectar evidencia y realizar las pericias correspondientes.
El adolescente quedó alojado en el Centro de Admisión y Derivación (CAD), donde permanecerá hasta que se determine su situación procesal. La causa quedó a cargo del fiscal Pedro Gallo, quien sospecha que el niño fue asfixiado, aunque aguarda el resultado de la autopsia para avanzar con la acusación.
La Justicia también analiza si el joven de 16 años presenta algún trastorno psiquiátrico y si comprende la gravedad de sus actos, un punto clave para definir los próximos pasos de la investigación.




