D4: las defensas de Grau y Odriozola insistieron con su absolución
En el último acto previo a la sentencia, las representantes de ambos alegaron que la fiscalía no logró probar su participación en la red de corrupción que defraudó al Estado provincial.
D4: las defensas de Grau y Odriozola insistieron con su absolución
Absolución de culpa y cargo, así sea por el beneficio de la duda. Eso esperan conseguir las defensoras de los exjefes de la Policía de la Provincia de Santa Fe, Omar Odriozola y Rafael Grau, acusados de haber comandado una asociación ilícita que defraudó al Estado provincial.
Los alegatos de clausura de las abogadas Virginia Balanda e Ileana Echaniz, del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP), se realizaron el martes por la tarde. A partir de las 14 y hasta entrada la tarde, el tribunal conformado por los jueces Celeste Minniti, Cecilia Labanca y Sebastián Szeifert escuchó a las partes.
Por la mañana alegaron los fiscales Ezequiel Hernández y Bárbara Ilera, quienes pidieron condenas de 9 años de prisión para Odriozola y Grau, además de la inhabilitación para ejercer cargos públicos y la imposición de una multa y una reparación económica.
El tribunal dará a conocer su veredicto este jueves al mediodía. Foto: Flavio Raina
El veredicto será dado a conocer el jueves al mediodía. Está previsto que a las 12.30 los magistrados den lectura a la sentencia en los tribunales de Santa Fe.
La imposibilidad de controlar todo
Para las defensoras públicas durante el debate no se produjeron pruebas que vinculen directamente a sus representados con los delitos investigados. Sin embargo, a su entender sí quedó claro "el alto caudal de trabajo del jefe de Policía, las largas jornadas de trabajo fuera de la oficina, las enormes presiones que reciben y el cúmulo de gente que tiene a cargo".
La defensa recordó que se estableció que el rol del Jefe de Policía es de "conducción" con una cantidad de "22.000 efectivos a cargo", y que su labor no se centraba en "una tarea meramente de oficina". El trabajo diario era "extremadamente dinámico" y "ningún día se parecía al otro".
En este tema hicieron hincapié ambos acusados cuando decidieron declarar ante el tribunal, señalando que su firma era “un trámite” y no un control, ya que actuaban descansando en la confianza de que los controles habían sido efectuados por los funcionarios correspondientes.
En esa línea, la defensa argumentó que sería una "locura" pretender que el Jefe de Policía "vaya a sentarse a ver si cambiaron un foco o tirarse debajo del auto de cualquier auto".
Jefes “embaucados”
La defensa sostuvo que la maniobra de defraudación "no era posible realizarla sin la intervención del D4, por ser parte indispensable". El Departamento de Logística (D4) era el encargado de gestionar las reparaciones de móviles y la compra de repuestos, y asegurarse que los servicios se ejecutaran. Si dichos controles se hubieran efectuado, las defraudaciones no se hubieran podido llevar a cabo.
Las defensoras públicas Balanda y Echaniz representan a los acusados. Foto: Flavio Raina
Los por entonces habilitados de la jefatura, junto al D4, “han aprovechado las circunstancias de modo, tiempo y lugar de ese momento a sabiendas de que Odriozola no estaba, que rara vez se encontraba en su despacho", sostuvo la Dra. Balanda. Para ella, fueron estos quienes "orquestaron todo, dispusieron de medios y embaucaron a varias personas. Entre ellas, al Jefe de Policía".
Otro de los cuestionamientos defensivos giró en torno a la validez de los testimonios de los "arrepentidos", quienes declararon en el debate luego de haber aceptado ser condenados firmando juicios abreviados. Además, se resaltó la "falta de congruencia" en la acusación, ya que el jefe del D4 bajo el comando de Odriozola, fue sobreseído.
Respecto a los supuestos sobres con dinero, la defensa argumentó que Testi, condenado como organizador de la asociación ilícita, no mencionó haberlos entregado directamente al jefe de Policía, sino que dijo que se los dejaba a la secretaria o al habilitado.
Absolución
Los delitos por los que Odriozola y Grau llegaron a juicio consisten en haber sido jefes de una asociación ilícita, y en la coautoría de defraudaciones a la administración pública.
Balanda y Echaniz solicitaron la absolución de culpa y cargo para sus defendidos, así sea bajo la figura del “in dubio pro reo”, es decir, por el beneficio de la duda. No negaron la existencia del entramado delictivo, pero insistieron en la ausencia de dolo y participación activa de Odriozola y Grau en el esquema de defraudación.