Esta versión de cheesecake propone una preparación sencilla, sin necesidad de horno, que resulta ideal para compartir en familia o con amigos gracias a su textura cremosa, cobertura de frutos rojos y tiempo reducido de trabajo.
La receta de cheesecake de frutos rojos se plantea como una alternativa para disfrutar en el hogar con ingredientes comunes.

Esta versión de cheesecake propone una preparación sencilla, sin necesidad de horno, que resulta ideal para compartir en familia o con amigos gracias a su textura cremosa, cobertura de frutos rojos y tiempo reducido de trabajo.
Desde su estructura —una base de galletitas, un relleno sedoso de queso crema y crema, y una cobertura de frutos rojos— hasta su tiempo estimado de armado (unos 30 minutos) más el reposo en heladera (al menos 4 horas), la receta busca un equilibrio entre practicidad y presentación.
Ingredientes principales:
200 g de galletitas dulces tipo María;
100 g de manteca derretida;
500 g de queso crema;
200 ml de crema de leche;
100 g de azúcar; 1 cucharadita de esencia de vainilla;
1 sobre de gelatina sin sabor (7 g) hidratada en 50 ml de agua;
200 g de frutos rojos (pueden ser frescos o congelados) + 2 cucharadas de azúcar extra + jugo de medio limón para la salsa de cobertura.
Se trituran las galletitas y se mezclan con la manteca derretida para formar la base, que se presiona en el fondo de un molde desmontable (20-22 cm) y se refrigera mientras se prepara el relleno.
A continuación se hidrata y disuelve la gelatina; se bate el queso crema con azúcar y vainilla hasta lograr textura homogénea; en otro recipiente se bate la crema de leche a medio punto y se integra al queso crema. Luego se incorpora la gelatina disuelta con movimientos suaves.
La mezcla se vierte sobre la base y se lleva al refrigerador durante mínimo 4 horas para que tome consistencia.
Para la cobertura, los frutos rojos se cocinan con el azúcar extra y el jugo de limón durante 5 a 7 minutos a fuego suave, hasta obtener una salsa. Una vez fría, se vierte sobre la tarta ya cuajada antes de servir.
La receta rinde aproximadamente 8 porciones y, según estimaciones, cada porción aporta cerca de 390 calorías.
Este paso a paso permite obtener un postre con buena estética —gracias al contraste de la base crocante, el relleno cremoso y la cobertura colorida— sin requerir de horno ni de técnicas complejas, lo que lo vuelve apropiado para cocineros principiantes o quienes buscan una opción confiable para servir en reuniones.
Para que el resultado sea óptimo conviene tener en cuenta algunas recomendaciones:
Utilizar galletitas que permitan obtener una base bien compacta al mezclarlas con la manteca.
Asegurarse de que la gelatina esté completamente disuelta antes de integrarla al relleno, para evitar grumos o fallas en el cuajado.
No acortar el tiempo de refrigerado: las al menos 4 horas de heladera permiten que la crema logre la consistencia adecuada para desmoldar y servir.
Si se trabaja con frutos congelados, dejarlos descongelar previamente o incorporar un paso de cocción más prolongado para la cobertura, asegurando la textura deseada.




