Dolores que no debes ignorar: señales de que tu cuerpo necesita atención urgente
No todos los dolores son iguales. Algunos pueden esperar unos días o aliviarse en casa, pero otros pueden ser el aviso de una urgencia médica. Saber reconocerlos a tiempo puede salvar una vida.
Dolores que no debes ignorar: señales de que tu cuerpo necesita atención urgente
Un golpe, una torcedura o una contractura pueden ser motivo de molestia, pero rara vez implican un peligro serio. Sin embargo, hay dolores que deben encender todas las alarmas. Son aquellos que aparecen de forma repentina, con gran intensidad o acompañados de otros síntomas, y que pueden estar revelando un problema grave.
Reconocer cuándo es momento de ir al médico o acudir a la guardia puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una emergencia de alto riesgo.
El dolor torácico es una de las principales causas de consulta
A qué dolores hay que prestarle atención
Dolor en el pecho
El dolor torácico es una de las principales causas de consulta en los servicios de urgencia, y por una buena razón: puede ser la señal más clara de un infarto o de una embolia pulmonar (obstrucción de una arteria del pulmón).
Un dolor opresivo, una sensación de presión o tensión en el centro del pecho que se irradia al cuello, la mandíbula, el brazo izquierdo o la espalda, son síntomas que requieren atención médica inmediata.
A menudo, este tipo de dolor se acompaña de falta de aire, sudor frío, mareos o náuseas, lo que refuerza la sospecha de un problema cardíaco.
“Ante la duda, es preferible llamar al servicio de emergencias antes que esperar a que el dolor pase solo”, recomienda la doctora Melissa Colbert, médica fisiatra y editora del material educativo de la Facultad de Medicina de Harvard. Cada minuto cuenta: cuanto antes se recibe atención, mayores son las posibilidades de recuperación.
Los ojos son órganos muy sensibles, y su dolor nunca debe minimizarse.
Dolor de cabeza súbito e intenso
La mayoría de los dolores de cabeza son benignos, producto del estrés, la tensión muscular o el cansancio. Pero hay un tipo de cefalea que nunca debe subestimarse: el dolor de cabeza súbito, intenso y “diferente a todos los anteriores”.
Si aparece de golpe, alcanza su máxima intensidad en segundos o minutos, o se acompaña de síntomas como fiebre, vómitos, rigidez en el cuello, convulsiones, alteraciones visuales, dificultad para hablar o debilidad, es fundamental acudir de inmediato a una guardia médica.
Estos signos pueden ser indicio de un accidente cerebrovascular (ACV) o de una infección en el cerebro, como la meningitis. También es necesario consultar después de un golpe en la cabeza, ya que incluso una conmoción leve puede derivar en complicaciones graves si no se controla a tiempo.
Dolor abdominal
El abdomen es una de las zonas del cuerpo donde el dolor puede tener muchas causas posibles, desde una simple indigestión hasta una emergencia quirúrgica.
Por eso, la intensidad, duración y acompañamiento de otros síntomas son claves para saber cuándo preocuparse.
Si el dolor es intenso o persistente, o viene acompañado de fiebre, vómitos, distensión, sangrado o cambios en las heces, podría tratarse de una apendicitis, diverticulitis o pancreatitis, entre otras patologías que requieren evaluación médica urgente.
En mujeres, el dolor pélvico agudo también puede ser señal de un quiste ovárico roto o un embarazo ectópico, condiciones que necesitan intervención inmediata.
“El cuerpo nos da señales muy claras cuando algo no anda bien. Aprender a escucharlas puede evitar complicaciones mayores”, subraya Colbert.
Los ojos son órganos muy sensibles, y su dolor nunca debe minimizarse.
Si aparece después de un golpe directo, o si se acompaña de enrojecimiento, visión borrosa, destellos de luz o molestias punzantes, es fundamental consultar a un oftalmólogo lo antes posible.
Estos síntomas pueden indicar desde una infección o inflamación ocular (iritis o uveítis) hasta un glaucoma agudo o un desprendimiento de retina, situaciones que amenazan la visión si no se tratan rápidamente.
El dolor ocular intenso es siempre una señal de alarma: la automedicación o el uso de gotas sin indicación médica pueden agravar el cuadro.
En la mayoría de los casos, el dolor es una señal de advertencia. No siempre significa algo grave, pero ignorar los síntomas puede ser riesgoso. La recomendación de los especialistas es clara: si el dolor es intenso, aparece de forma repentina o se acompaña de otros signos inusuales, hay que buscar atención médica sin demora.
Tener a mano los números de emergencia, saber reconocer las señales y mantener la calma puede hacer una gran diferencia.
Cuidar la salud también implica no minimizar lo que sentimos. A veces, escuchar al cuerpo a tiempo puede salvar una vida.