El Unión compacto, utilitario y resultadista que busca Madelón
Técnico con espalda y sabedor de las urgencias que asume en esta segunda mitad del año. Ya algo de la estrategia se vio en lo mejor que le pasó al Tate en los últimos tiempos: eliminar a Central de la Copa Argentina.
El Unión compacto, utilitario y resultadista que busca Madelón
Muchas cosas cambiaron en seis meses, desde enero hasta este momento. No solo hay otro entrenador (a principios de año el Kily, ahora Leo Madelón), sino que también hay otros objetivos. Unión estaba “dulce” en enero, venía de clasificar para la Sudamericana y de pasar un año tranquilo luego de aquel final de año colmado de alteraciones que fue el 2023. Las quejas del Kily en los mercados de verano e invierno (con un club inhibido) se convirtieron en muecas de satisfacción. “Me trajeron todo lo que pedí”,dijo el técnico. No hubo reproches. Pero esos 4,5 millones de dólares “invertidos” por el club en la llegada de las nueve caras nuevas que tuvo el plantel, terminaron siendo un “gasto”. Esta vez hubo plata y no hubo deudas (llámese inhibiciones). Pero se equivocaron. Y las salidas de jugadores clave como Balboa, Orsini, Rivero y Mosqueira, por nombrar a los principales, se hicieron notorias y quienes llegaron para reemplazarlos no dieron la talla o el técnico no supo encontrar el funcionamiento o la idea de juego adecuada para potenciar un plantel que perdió jerarquía. Y también perdió posiciones en la tabla.
El fervor electoral hizo que Spahn recurriera al hombre con la espalda más ancha que tenía a mano: Leonardo Carol Madelón. Otra vez, Unión y Madelón coincidieron en el camino; y otra vez en una situación delicada, como se dio ya en aquel retorno de Leo allá por 2017. Madelón volvió por quinta vez a Unión (dos veces llegó como jugador y cuatro como entrenador), sabiendo que otra vez lo vienen a buscar para que remonte el barrilete. Aquella vez, en 2017, vino a salvar al club del descenso. No solo lo consiguió, sino que lo metió por primera vez en una copa internacional. Ahora, el objetivo trastocado con relación a lo que pasaba a principios de año, no deja de ser el mismo: el último puesto en el Apertura de la Liga Profesional en su zona (sumado al último puesto en el grupo de la Sudamericana), le crean a Madelón (y a Unión) la necesidad de pensar en esa tabla anual como primer objetivo. La misma tabla anual que casi lo lleva a descender en aquella tarde de 2023, cuando el gol de tiro libre de Zenón le sacó el respirador y obligó a aquella definición entre Colón y Gimnasia (justamente dirigido por Madelón) para no descender, en Rosario.
El público tatengue espera que Unión cambie de cara. Foto: Fernando Nicola
Madelón y un nuevo Unión
Hay algunas realidades generales y otras particulares. Las generales, son las que todos los entrenadores repiten: 1) un mercado lento y especulativo; 2) ausencia de jugadores; 3) los que están disponibles, aparecen en el radar de casi todos. Hubo clubes que dieron que hablar (caso Central con Di María y Véliz), pero no hubo tantos movimientos para lo extenso que fue este receso. Madelón percibió la necesidad de incorporar jugadores para levantar el nivel del plantel. Razones tenía y de sobra. El único titular que sumó es Cristian Tarragona, que jugará este lunes ante Estudiantes. Después, son los mismos que no funcionaron con el Kily y que Leo heredó en la parte final de los dos torneos y sin chances de nada. Lo mejor que le pasó a Unión en los últimos tiempos, fue haber dejado en el camino a Rosario Central de la Copa Argentina. Y el equipo dio muestras de lo que el técnico puede darle.
Decíamos las razones generales y también las particulares. Porque Unión es, hoy, mucho menos apetecible que a comienzos de año, cuando se estaba armando un plantel para iniciar una temporada y para jugar una copa internacional. De todos modos, el libreto del entrenador puede resultar favorable. Madelón es un técnico que intenta algo simple, desde lo táctico. Y a veces, esa simpleza termina siendo un problema para el rival. Equipo compacto, corto, que tenga buena recuperación en cuanto a las posiciones, sin dejar espacios para que el rival los aproveche en el campo propio y tratando de generarlos en el de enfrente. Este plantel no tuvo una buena preparación física antes de iniciarse la temporada y perdió ese capital que tenía con el Kily: el de la intensidad. Unión pasó de ser un equipo capaz de “correr a todos hasta abajo de la cama” a ser un equipo que parecía “de cama” en algunos partidos, superado por rivales a los que antes le hacía sentir el rigor físico. Esto es lo que Leo ha tratado de recuperar, a fin de que ese pretendido orden tenga fundamentos técnicos y físicos.
Del Blanco va de carrilero. Foto: Manuel Fabatía
Fascendini ganó terreno en detrimento de Corvalán, Del Blanco va a arrancar como “3” y será un buen factor sorpresa porque se trata de uno de los pocos jugadores capaces de desequilibrar en el mano a mano, Vargas está muy bien, el arquero (Tagliamonte) sigue respondiendo, Gamba parece inoxidable y se ha ganado un lugar en un puesto (el de delantero) en el que hay seis pretendientes, Tarragona es sinónimo de gol (algo que Unión no tuvo en ningún momento en el semestre pasado), Mauricio Martínez necesitaba de un entrenador que le devolviera la confianza (y la posibilidad de jugar), Palacios y Fragapane deben mejorar en todos los aspectos (físico y futbolístico), Mauro Pittón siempre cumple y es un “soldado” de Madelón, en tanto que Pardo ha recuperado el nivel muy bueno que tuvo en el 2024 y que bajó en el primer semestre de este año junto al del resto del equipo.
A este “paneo” generalizado, deben agregarse los refuerzos que tardan en llegar. Vinieron tres (sin contar todavía a Saravia, hasta que llegue), de los cuáles hay uno solo (Tarragona) que es titular. Los otros dos (el paraguayo Díaz y el uruguayo Alvarez), son apuestas que llegan con buenos antecedentes pero con la obligación de demostrar. Faltan un par de variantes más para aumentar esa jerarquía que se vio disminuida y que Madelón quiere mejorar con su plan táctico y estratégico. Pero también con los refuerzos.
En blanco, el posible 11 de Unión
Tagliamonte; Vargas, Pardo, Fascendini y Del Blanco; Martínez, Pittón, Palacios y Fragapane; Gamba y Tarragona.