Los últimos datos publicados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) revelan que los saldos de préstamos contraídos por empresas ganaderas crecieron más de un 20% interanual al cierre del tercer trimestre de 2025.
Los datos del Banco Central correspondientes al cierre del tercer trimestre de 2025 muestran un incremento interanual superior al 20% en los saldos de préstamos tomados por empresas ganaderas. Por tercer año consecutivo crece con fuerza la participación del financiamiento en dólares, en un contexto de baja de tasas y necesidad de líneas acordes a la fase de expansión del stock bovino.

Los últimos datos publicados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) revelan que los saldos de préstamos contraídos por empresas ganaderas crecieron más de un 20% interanual al cierre del tercer trimestre de 2025.
Este aumento se produce en un contexto particular: por tercer año consecutivo avanza la participación del financiamiento en moneda extranjera, una modalidad históricamente poco habitual para el sector bovino.
Según la estadística oficial, al 30 de septiembre los establecimientos dedicados a la cría de ganado —excepto cabañas— registraron un pasivo total cercano a los 1.014 millones de dólares.
Aunque esta cifra implica una leve contracción del 5% respecto del trimestre anterior, en lo que va del año el endeudamiento acumulado es casi 20% superior al registrado en diciembre de 2024, cuando rondaba los 852 millones de dólares.
El informe del BCRA destaca que el 44% de la deuda ganadera corresponde actualmente a obligaciones en moneda extranjera, equivalente a unos 445 millones de dólares.
El resto —aproximadamente 569 millones— fue tomado en moneda local. Las diferencias interanuales son notables: un año atrás los créditos en dólares representaban apenas el 18% del total y dos años atrás, en septiembre de 2023, solo el 5%.
Este fenómeno refleja un mayor acceso a líneas de financiamiento en dólares, alentado por un escenario de mayor estabilidad cambiaria y una baja progresiva de las tasas en moneda dura.
De consolidarse esta tendencia, especialistas consideran que podrían ampliarse créditos de largo plazo orientados a inversiones estratégicas, como la retención de vientres, la implantación de pasturas o mejoras productivas propias de una fase de expansión del stock bovino.
Un dato que, a priori, aparece como favorable es el vínculo entre el endeudamiento total y el stock de animales: durante el último año, la deuda por cabeza pasó de USD 16 a USD 20. Sin embargo, este avance queda relativizado al observar el costo promedio del financiamiento. Tanto en dólares como en pesos, los últimos doce meses mostraron un incremento significativo en las tasas de mercado.
La tendencia comenzó a revertirse recientemente. Tras el nuevo escenario político que se configuró tras las elecciones legislativas de octubre, el mercado experimentó una fuerte corrección. La tasa BADLAR, por ejemplo, cayó un 44% en un mes, pasando de niveles cercanos al 57,3% a mediados de octubre a valores próximos al 32% anual.
Pese a esta baja en los costos financieros, el sistema bancario aún muestra una capacidad limitada para acompañar el ritmo de crecimiento del sector. Mientras que el endeudamiento ganadero avanzó cerca del 20% en el último año, los valores de la hacienda subieron entre 45% y 65% en ese mismo período.
Este desfasaje, señalan analistas, evidencia la necesidad de que la banca amplíe y adapte su oferta crediticia para un sector que exhibe excelentes perspectivas de expansión, pero requiere instrumentos financieros más estables, accesibles y alineados con los ciclos productivos propios de la actividad.




