El Gran Premio de Brasil volvió a ser una fiesta celeste y blanca. Con miles de hinchas argentinos en las tribunas y una ovación que se escuchó en todo Interlagos, Franco Colapinto cerró un fin de semana especial: finalizó 15° en una carrera exigente y celebró el anuncio de su confirmación como piloto de Alpine para la temporada 2026 de Fórmula 1 el viernes.
Desde los días previos se respiraba un clima distinto. Desde su llegada a la F2 en 2024 el joven de Pilar se ganó un lugar en el corazón del público argentino, que volvió a volcarse en masa a San Pablo para acompañarlo. Con banderas, bengalas y cánticos, la hinchada argentina se reunió el sábado en el banderazo, y transformó el mítico trazado brasileño de Interlagos en un circuito donde Franco corrió como local.
La propia Fórmula 1 se hizo eco del fenómeno. En sus redes sociales oficiales publicó imágenes del público albiceleste con el mensaje en la previa de la competencia: “¡Se va la segunda! Interlagos se prepara para un nuevo recital de la hinchada argentina”. Una muestra clara del impacto que el piloto argentino genera dentro y fuera del paddock.
No es la primera vez que Colapinto vive algo así en Brasil. En 2024, cuando corría para Williams Interlagos ya había sido escenario de una marea argentina, incluso pese a un abandono bajo la lluvia.
Ahora sabiendo de su continuidad en Alpine también los fanáticos acompañaron al ídolo que salió tras la competencia del domingo a saludar a los miles de argentinos presentes. “Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar...”, coreado por una multitud que agitaba banderas celestes y blancas. El piloto de 22 años correspondió con saludos y autógrafos, consolidando su imagen de ídolo emergente en la máxima categoría del automovilismo
El vínculo con la gente es increíble, cada saludo, cada bandera y cada grito de aliento confirman que el automovilismo argentino volvió a tener un referente.
La próxima cita del campeonato será el Gran Premio de Las Vegas, que se disputará entre el 21 y el 23 de noviembre.