Un laberinto sin salida: todos suman, menos Newell’s
A dos fechas del final de la fase regular del campeonato, que es la que cuenta para definir las cosas para el año que viene, el descenso es una amenaza tangible para la “Lepra”. Lucas Bernardi tomó las riendas del equipo y la imagen mejoró ante Unión, pero volvió a perder. Encima, pasó una fecha en la que todos los rivales directos rescataron puntos
Un laberinto sin salida: todos suman, menos Newell’s
En el Parque de la Independencia de Rosario, nadie quiere mencionar esa maldita palabra llamada descenso. Sin embargo, al mismo tiempo todos son conscientes de que, a solo dos fechas de definirse todo, la pérdida de categoría es una amenaza latente. Newell’s está en una situación muy compleja. Está tirando todos los manotazos de ahogado posibles, pero por ahora no llega a la orilla para salvarse del naufragio. Ya cambió de entrenador, rescindió contratos de futbolistas que daban pena en la cancha -algunos llegaron como refuerzos y no sumaron ni un minuto de juego- y pobló el predio de Bella Vista de grandes ídolos de la institución para intentar cambiar la energía. Pero no hubo caso. La producción mejoró ante Unión, pero el resultado fue el mismo: otra derrota. Encima, la fecha fue lapidaria para la “Lepra”: todos los rivales directos sumaron y los dirigidos por Lucas Bernardi se van quedando con pocos adversarios en la lucha por no descender.
Newell’s no mereció perder el viernes pasado ante Unión en el “Coloso”, en el primer partido de Lucas Bernardi como técnico interino. Creó por lo menos una decena de situaciones de riesgo como para abrir el marcador, pero le pasó lo que les pasa a todos los equipos que andan en la mala: en la primera que tuvo el rival, fue a buscar la pelota al fondo de la red. Después, no hubo forma de torcer la historia y los jugadores se fueron de la cancha bajo un telón de silbidos, decepción, bronca y angustia.
Terminada la fecha 14 del Torneo Clausura, el panorama es aterrador para Newell’s. Tiene 30 puntos en la tabla acumulada del año, que es la que define uno de los dos descensos al Nacional en esta temporada -el otro se determina por promedios y allí ya está salvado-. Con seis puntos en juego, está solo tres unidades arriba de San Martín de San Juan y de Aldosivi de Mar del Plata, que son los dos que hoy estarían bajando. En el medio solo quedó Godoy Cruz de Mendoza, con 28.
En la lucha por no descender, todos rescataron puntos en esta fecha y algunos sellaron definitivamente su permanencia en primera. Ganaron Talleres, Gimnasia, Banfield y Aldosivi. Y empataron Godoy Cruz, San Martín de San Juan -se enfrentaron en esta jornada y terminaron 0 a 0- y Sarmiento. Aparte de Newell’s, los únicos dos que perdieron y se complicaron un poco, fueron Instituto y Atlético Tucumán, pero ambos están por encima de la línea de la “Lepra”.
A Newell’s, que es el último de la Zona A del Clausura, le quedan dos partidos durísimos, ante dos equipos que están luchando por terminar entre los ocho que jugarán los palyoff por el título. El sábado que viene visitará a Huracán, que el lunes derrotó a Defensa y Justicia por 3 a 1 en Florencio Varela, dejando una imagen convincente. Y cerrará en el “Coloso Marcelo Bielsa” contra Racing, que está golpeado por la eliminación de la Copa Libertadores pero tiene uno de los mejores planteles del fútbol argentino.
Da la sensación de que, ganando al menos uno de esos dos encuentros, el conjunto rosarino se salvará. El tema es cómo hace para lograrlo. Su último triunfo fue hace casi dos meses, cuando venció por 2 a 0 de local a Atlético Tucumán. En las seis fechas siguientes, apenas rescató dos puntos por los empates ante Estudiantes y Tigre. En ese último segmento del torneo, marcó solo 3 goles y recibió 14. Nunca pudo mantener la valla invicta.
Serán dos semanas muy complicadas para Newell’s, un club que no está acostumbrado a este tipo de batallas. Después de Boca y de Vélez, la “Lepra” es la institución con más años ininterrumpidos en la máxima categoría del fútbol nacional. Bernardi, que ante Huracán contará con el regreso de su capitán Ever Banega, deberá trabajar muy fuerte en el fortalecimiento anímico de un plantel que no encuentra la salida. Y el laberinto cada vez se pone más oscuro.