El dólar mayorista cerró el 2025 con una suba del 40,5% y la inflación cerraría en torno al 31%, pero el país incumplió las metas de acumulación de reservas -las netas están en negativo, en torno a los US$ 16 mil millones- comprometidas ante el FMI.
Plantea la reducción de la inflación mediante un control estricto de la base monetaria; ratifica el nuevo esquema de flotación cambiaria entre bandas móviles. Se destaca el objetivo de fortalecer las reservas internacionales y confía en que Economía acceda al mercado de deuda.

El dólar mayorista cerró el 2025 con una suba del 40,5% y la inflación cerraría en torno al 31%, pero el país incumplió las metas de acumulación de reservas -las netas están en negativo, en torno a los US$ 16 mil millones- comprometidas ante el FMI.
Economía espera pagar vencimientos por US$ 4.200 millones con parte de lo acumulado por estas horas, la emisión de deuda por US$ 970 millones en el mercado local y algo del anunciado (no confirmado) "Repo" de bancos internacionales. La nueva misión del FMI, que debía estar en diciembre, se postergó para febrero.
Mientras tanto la autoridad monetaria difundió sus “Objetivos y planes respecto al desarrollo de las políticas monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año 2026”. Allí ratifica que planea consolidar la reducción de la inflación mediante un control estricto de la base monetaria y el nuevo esquema de flotación cambiaria entre bandas móviles.
Destaca el objetivo de fortalecer las reservas internacionales; según Santiago Bausili, el BCRA comprará entre US$ 10 mil millones y US$ 17 mil millones, que servirán para acumular reservas si el plan financiero de Economía logra rollear vencimientos de deuda con financiamento privado.
El texto del informe revela además que se buscará fomentar la intermediación financiera privada y expandir el uso de medios de pago electrónicos en un entorno de "competencia de monedas", lo que supone que pesos y dólares se vuelquen, mediante el crédito o salidos del colchón, para reactivar la economía sin impactar en la cotización de la divisa o en la inflación.
El plan ratifica el compromiso con el equilibrio fiscal como eje central para garantizar un crecimiento económico sostenible y la solvencia del sistema bancario. En esa línea se incluyen proyecciones optimistas sobre la recuperación de la actividad económica y la disminución de los índices de pobreza.
La política monetaria para el año 2026 se define mediante una transición hacia una nueva fase del programa económico, caracterizada por la re-monetización de la economía y un equilibrio entre la estabilidad de precios y el fortalecimiento de las reservas líquidas del Banco Central (BCRA).
Bausili -como Luis Caputo- advirtieron que la emisión de pesos para comprar dólares será contra la demanda de moneda local por parte de la economía. Los objetivos centrales que guiarán el accionar del BCRA durante 2026 son:
• Avanzar en el proceso de desinflación y consolidar la estabilidad de precios.
• Fortalecer el balance del Banco Central a través de la acumulación de reservas internacionales, buscando un mayor progreso en el equilibrio externo.
• Mantener el equilibrio monetario doméstico, asegurando que la oferta de dinero acompañe la recuperación de la demanda en el proceso de remonetización.
• Sentar las bases para un crecimiento económico sostenido y extender el horizonte de estabilidad financiera.
Para alcanzar estos objetivos, el BCRA implementará los siguientes mecanismos específicos:
• Régimen de flotación entre bandas: El mercado de cambios operará bajo un esquema de bandas cuyo objetivo es limitar movimientos extremos o abruptos en el tipo de cambio.
• Actualización por inflación (t-2): A partir del 1 de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación se ajustarán mensualmente siguiendo el último dato de inflación mensual informado por el INDEC (lo que implica un rezago de dos meses).
• Programa preanunciado de compra de reservas: Se pondrá en marcha el 1 de enero de 2026 y estará calibrado según la demanda de dinero y la liquidez cambiaria. Inicialmente, la ejecución diaria tendrá una participación del 5% del volumen del mercado de cambios, aunque el BCRA podrá realizar "compras en bloque" para preservar la estabilidad del mercado.
• Flexibilización de restricciones: En la medida en que se consolide el equilibrio cambiario y el Tesoro recupere acceso a los mercados externos, se podrá avanzar en la liberación del cepo aún vigente sobre las empresas, para que dispongan el pago de dividendos y deudas y de deudas comerciales previas a 2025.
La gestión cambiaria se coordinará con herramientas de control monetario:
• Sesgo contractivo: Mientras la inflación local supere la internacional, el BCRA mantendrá un sesgo monetario contractivo respecto a la demanda de dinero estimada.
• Gestión de liquidez: Se utilizarán operaciones de mercado abierto y operaciones de pases (repo) pasivas diarias, tomando como referencia las tasas de las LECAP en el mercado secundario.
• Encajes bancarios: Se continuará con la normalización de la política de encajes de forma consistente con la recuperación del crédito y la estabilidad de precios.
Para el éxito de estos mecanismos, los documentos señalan como factor central la recuperación del acceso a los mercados internacionales de deuda por parte del Tesoro para refinanciar sus vencimientos, permitiendo que las compras de divisas del BCRA se traduzcan efectivamente en un aumento del stock de reservas netas.




