Fue el demonio y el cirujano más seductor (y cínico) de la pequeña pantalla. Pero detrás del bisturí de Christian Troy en Nip/Tuck y de Cole Turner, el demonio Balthazor en Embrujadas, había un actor tan perspicaz como talentoso.
Gracias a una serie de aciertos profesionales y a un notable olfato para las inversiones inmobiliarias, a lo largo de su carrera, el discreto pero prolífico intérprete había amasado un importante patrimonio. ¿A cuánto asciende la suma?

Fue el demonio y el cirujano más seductor (y cínico) de la pequeña pantalla. Pero detrás del bisturí de Christian Troy en Nip/Tuck y de Cole Turner, el demonio Balthazor en Embrujadas, había un actor tan perspicaz como talentoso.
El 2 de julio de 2025, Julian McMahon falleció a los 56 años a causa de un cáncer que se había mantenido en secreto hasta que su mujer, Kelly Paniagua, transmitió la trágica noticia.
Además de una oleada de tristeza, un hecho sorprende a Hollywood: a lo largo de su carrera, el discreto pero prolífico actor había amasado una fortuna estimada en más de 16 millones de dólares (13,67 millones de euros). Todo ello gracias a una serie de aciertos profesionales y a un notable olfato para los negocios inmobiliarios.
Julian McMahon ha encarnado numerosas vidas en pantalla y se dio a conocer por Embrujadas, pero sin duda fue su papel protagonista en la serie de Ryan Murphy Nip/Tuck el que lo llevó al olimpo televisivo cuando se inició el boom de las series de televisión de prestigio, en la década de los 2000.
En 2003 interpretó a Christian Troy, un cirujano tan brillante como atrevido. Su papel le valió una nominación a los Globos de Oro en 2004 y unos honorarios más que holgados. En 2007 facturaba 125.000 dólares por episodio. Una suma que, según el Daily Mail, se duplicó al año siguiente. La cifra sitúa al actor entre los mejor pagados de la televisión por cable en aquel entonces.
Antes de esto, Julian McMahon ya se había hecho un nombre en la pequeña pantalla con sus papeles en Profiler y Embrujadas. La última de ellas fue FBI: Most Wanted, serie que abandonó en 2022 tras tres temporadas.
Aunque le debiese su fama principalmente a sus papeles televisivos, el actor no rehuyó la gran pantalla. Interpretó al supervillano Doctor Muerte en las dos partes de Los Cuatro Fantásticos (2005 y 2007), junto a Jessica Alba y Chris Evans.
Las dos películas recaudaron más de 600 millones de dólares en la taquilla mundial. Y le procuraron pingües beneficios, si bien las cantidades exactas siguen siendo confidenciales.
También apareció en 2007 en el thriller Premonición junto a Sandra Bullock, y después en The Surfer, de Nicolas Cage, rodada en Australia en 2024, poco antes de su muerte.
El actor nunca dejó de trabajar, ni siquiera estando debilitado por la enfermedad. Su última aparición pública fue en el Festival SXSW de marzo de 2025, en Austin, para promocionarla.
Estrella en la pantalla, estratega entre bastidores, Julian sabía que la estabilidad podía ser una quimera cuando de Hollywood se trata. Así que a finales de los noventa invirtió en propiedades.
En 1997 compró una casa en las colinas de Los Ángeles, a tiro de piedra del mítico letrero del Hollywood Sign, por 700.000 dólares. La vendió en 2015 por 2,18 millones (obteniendo un beneficio de 1,5 millones).
En 2017 vendió su propiedad de Malibú (cinco dormitorios, piscina, pista de voleibol y otros privilegios considerados estándar para una vivienda en la zona) por la modesta suma de 3,55 millones de dólares. Una serie de aciertos que se han sumado a una fortuna ya construida gracias a su trabajo en televisión.
Pero su negocio inmobiliario no se limitaba a California. En su Australia natal, tanto él como sus hermanas heredaron varias propiedades en Bellevue Hill cuando murió su madre, Sonia McMahon.
La casa familiar se vendió en 2011 por nueve millones de dólares australianos, otra propiedad, también en Bellevue Hill, se vendió en 2012 por 6,25 millones de dólares australianos. Ese mismo año, vendió su segunda vivienda en Palm Beach por unos dos millones de dólares, según Realestate.
Julian McMahon era hijo de William McMahon, primer ministro de Australia entre 1971 y 1972. Pero fue en Estados Unidos donde construyó su propia dinastía.
Con tres matrimonios a sus espaldas, el más célebre de ellos con la actriz Brooke Burns (con quien tuvo una hija, Madison, de 25 años), desde 2003 compartía su vida con Kelly Paniagua, una exmodelo y escritora con la que se casó en 2014 en el lago Tahoe.
Fue ella quien anunció su muerte a través de un comunicado: “Con el corazón abierto, deseo compartir con el mundo que mi amado esposo murió en paz esta semana tras su valiente esfuerzo para superar el cáncer. Amaba la vida, a su familia, sus amigos y su trabajo y sus fans. Su deseo más profundo era alegrar tantas vidas como le fuera posible”.




