El portero de la escuela Monseñor Carlos Macagno acusado de haber abusado de una niña de 7 años irá a juicio oral y público.
Fue denunciado en abril del año pasado por la familia de una nena de 7 años a la que habría vulnerado a través de un juego. La acusación pedirá que lo condenen a 18 años de prisión.

El portero de la escuela Monseñor Carlos Macagno acusado de haber abusado de una niña de 7 años irá a juicio oral y público.
Se trata de Tadeo Alejo Azcurra, de 28 años, quien se encuentra en prisión preventiva desde junio del año pasado, imputado por el “abuso sexual con acceso carnal calificado por ser encargado de la educación” de una nena de tercer grado.
Esta semana el juez penal Leandro Lazzarini admitió las acusaciones presentadas por la fiscal Jorgelina Moser Ferro y por los querellantes Agustina Taboada y Matías Pautasso, quienes solicitaron la condena a 15 y 18 años de prisión, respectivamente.
La defensa del portero está en manos del abogado particular Agustín Márquez, que discutió la calificación penal y consideró que no hay elementos suficientes para ir a juicio.
Azcurra fue acusado por haber vulnerado sexualmente a una alumna de 7 años la tarde del 19 de abril del 2024. La niña salió del aula para ir al baño, y le pidió al portero papel higiénico, momento en el que él le habría dicho que cuando terminara fuera a jugar con él.
La atribución delictiva detalla que Azcurra la invitó a jugar a adivinar, con los ojos tapados, el sabor de unos chupetines. Al salir del baño, la nena lo vio preparando una silla en el interior de un cuartito de limpieza y contó que, cuando entró, el portero le vendó los ojos con una campera.
El “juego” utilizado para concretar el abuso fue breve. Al sentirse en peligro, la niña se fue. Una maestra la vio camino al aula, con un chupetín en la mano. Al regresar a su pupitre, le advirtió a un compañero “que no vaya al baño cuando está Tadeo”.
Ese día, por la noche, la niña le contó lo ocurrido a su papá y a su hermano, con pocos detalles pero mucha angustia. La llevaron al Hospital de Niños, donde se activaron todos los protocolos, se hizo la denuncia y se tomaron muestras cuyos resultados fueron concluyentes para determinar la existencia de un abuso.
En el marco de la investigación, se citó al representante legal, directivos y docentes de la escuela Macagno, quienes aportaron los registros de las cámaras de seguridad. Estos confirmaron partes del relato de la alumna.
Se observó a la nena ir al baño, pedirle papel higiénico a un masculino, ingresar al cuartito tipo “depósito”, salir con el papel e ingresar nuevamente al baño. Luego, salir y regresar a la habitación en la que se encontraba el hombre, para momentos más tarde retirarse del lugar y cruzarse con una maestra. Esa docente recordó que la niña le dijo que Tadeo le había dado un chupetín.
La nena contó lo ocurrido durante dos entrevistas en cámara Gesell.
La audiencia preliminar, en la que se resuelve qué pruebas se producirán en el juicio, se llevó a cabo el pasado martes 16 de septiembre. En la misma, el juez Lazzarini admitió las acusaciones y ordenó la apertura del juicio, para el cual deberá conformarse un tribunal unipersonal.
También definió la prueba documental con la que contarán las partes y admitió una serie de testigos y delegados técnicos. Por último, el magistrado impuso a Azcurra una inhibición general por 10 millones de pesos.
La querella, que espera lograr la imposición de 18 años de prisión, destacó que el portero “diseñó una maniobra concreta -jugar a adivinar el sabor- para justificar que la niña cerrara los ojos y abriera la boca, encubriendo la conducta delictiva tras una simulación de juego inocente. No fue impulsivo, fue planeado y ejecutado con pleno control de la situación”.
Además de la grave condena, solicitarán que Azcurra sea identificado genéticamente e inscripto en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual, que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia de la Nación.




