Tormentas e inundaciones extraordinarias: el desafío de estar preparados en Santa Fe
Invitan a participar de un panel con 3 especialistas locales. Los ingenieros Carlos Paoli, Mario Schreider y Felipe Franco. “Se ha detectado es que son cada vez más frecuentes y pueden ocurrir acá”, advierte Paoli.
Tormentas e inundaciones extraordinarias: el desafío de estar preparados en Santa Fe
Las inundaciones recientes de tipo catastrófico ocurridas en otros lugares del país y del mundo y las que se han vivido en Santa Fe a lo largo de la historia, plantean varios interrogantes. Entre ellos, ¿es posible que se produzca este tipo fenómenos extremos en nuestra zona? En ese caso, “debemos estar preparados para esa realidad que nos impacta” -dicen expertos, funcionarios y vecinos-, pero ¿cómo estarlo?
“Reflexionar de manera colectiva sobre el nivel de conocimiento que tenemos de los riesgos a que estamos expuestos y lo que significa “estar preparados” es, quizá, un primer paso que como estado y sociedad debemos dar para lograrlo”, expresan desde el Grupo Cosmopolita Santa Fe. Y de esa forma invitan a toda la comunidad a conversar sobre este tema, en el marco del 4° Conversatorio “Tormentas e inundaciones extraordinarias: el desafío de estar preparados”.
Un frente de tormenta avanza sobre la ciudad de Santa Fe y pronto el día se vuelve “noche”. Fernando Nicola.
El mismo se llevará a cabo el próximo miércoles 22 de Octubre, de 18 a 20 horas, en la Sala Saer, del Foro Cultural de la UNL, 9 de Julio 2150, de la ciudad de Santa Fe. La entrada es gratuita pero, requiere inscripción previa.
El panel de expertos estará compuesto por los ingenieros Carlos Paoli, Mario Schreider y Felipe Franco.
Cada vez más frecuentes
“En los últimos años hemos estado viendo la presencia de tormentas extremas y crecidas de los ríos muy importantes en todo el mundo. Unas de las más recientes que se recuerdan son la de Valencia, (España), la de Porto Alegre (Brasil), y en nuestro país, la de Bahía Blanca y la de la zona de Zárate y Campana, o lo que ocurrió acá en Santa Fe, en Vera”, enumera Paoli, en una entrevista con El Litoral previa al encuentro. “En fin, son muchas las referencias que se pueden mencionar”, dice el profesor honorario de la UNL, ex Director del Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua (INA), actualmente integrante del Instituto Argentino de Recursos Hidricos (IARH).
Anegamientos, agua acumulada, intransitabilidad y complicaciones en los hogares; en algunos sectores de la ciudad ocurre con cada tormenta de intensidad. Fernando Nicola.
“Entonces, uno se pregunta si es posible que este tipo de fenómenos climáticos extremos se produzcan en nuestra zona. La respuesta es concreta: sí, es posible”, se contesta el ingeniero. “Y además, lo que se ha detectado es que son cada vez más frecuentes”.
“Sus consecuencias pueden ser devastadoras, según el lugar a donde impacta”, advierte Paoli. “Si lo hace en un sector urbanizado, las consecuencias pueden ser lamentables, como ocurrió en Bahía Blanca, entre otros lugares; y si ocurre en la zona rural produce una devastación en la zona productiva”.
Fenómenos extremos
“Pero en todos los casos, lo que se ha detectado y está relacionado con los estudios que se vienen haciendo sobre el cambio climático es que hay una mayor incidencia de fenómenos extremos, ya sea tanto de grandes excesos de lluvia como de déficit, sequía, bajantes importantes de los cursos de agua”.
-En ese contexto, ¿de qué se habla cuando dicen que “debemos estar preparados”?
-Muchas veces pensamos que todo se reduce a disponer de obras y acciones de gobierno, que deben ser los responsables de afrontar este tipo de situaciones. Ello es una verdad a medias, porque no depende sólo de las obras y acciones gubernamentales. Es mucho lo que toda la sociedad puede hacer para estar mejor preparados para enfrentar este tipo de situaciones. Entre ellas, saber cómo se producen este tipo de fenómenos y cómo puede colaborar cada individuo a superarlas.
Una tormenta avanza sobre la ciudad. Fernando Nicola.
-Entonces, ¿cuál es la particularidad que tiene Santa Fe para recibir y amortiguar el impacto de este tipo de fenómenos como las tormentas fuertes e inundaciones?
-Santa Fe se encuentra ubicada en la desembocadura del río Salado en otro gran río, que es el Paraná. Ambos tienen sus situaciones de crecidas importantes. Las crecidas de los cursos de agua son fenómenos naturales. Lo que sucede es que cuando las crecidas desbordan los cursos el agua avanza sobre el valle de inundación y afecta a las actividades humanas, transformándose en un problema de inundación. Entonces, Santa Fe no está a salvo de padecer este tipo de inundaciones de tipo fluviales.
-¿Existen diferencias entre las inundaciones del Paraná y del Salado?
-Así es. No debe quedar duda -por ejemplo- de que las inundaciones producidas por el Paraná como las ocurridas en 1983, 1992 y 1998, con el río superando los 7 metros (medido en el hidrómetro del Puerto de Santa Fe), pueden volver a ocurrir. Entonces debemos analizar si estamos en condiciones para responder como corresponde ante estas situaciones.
2003. La peor inundación que sufrió Santa Fe, dejó un tercio de la ciudad bajo el agua. Alejandro Villar.
-¿Y en el caso de una inundación del río Salado?
-Sin lugar a dudas que con situaciones como las que se dieron en 2003, con un pico de crecida de 4 mil metros cúbicos por segundo, pueden llegar a volver a ocurrir, incluso con valores mayores. No estamos exentos de sufrir crecidas de ese tipo.
-¿Estamos bien defendidos contra inundaciones?
-En general, en ambos casos (crecidas del Paraná y del Salado) hay zonas que están defendidas con éxito, debido a obras, pero hay otras en las que no existen las obras. Tomemos el caso de la Ruta 1, que tiene un anillo de defensa consolidado hasta el km. 8, que incluso está siendo intervenido y mantenido por el Gobierno Provincial para brindar protección contra inundaciones. Pero desde el km. 8 hacia el norte, no existen las obras -advirtió Paoli.
-Del kilómetro 8 de la ruta 1 hasta el arroyo Leyes al norte, hacia el este (sobre el río Ubajay) hay un sistema de defensa muy disímil en sus sistema de protección, que no ha tenido el mismo desarrollo que el anillo que llega hasta el km. 8; y hacia el oeste, directamente no hay un sistema de defensas y es una zona que ha sido altamente ocupada en los últimos años -alertó-, y tiene serios riesgos de sufrir importantes inundaciones, en el caso de producirse crecidas como las que hemos mencionado.
Una obra que nunca se concretó
Cabe mencionar que en esta última zona la Provincia planificó extender el anillo de defensa que llega hoy hasta el km. 8, incluso la gestión del ex gobernador Omar Perotti licitó la obra en dos oportunidades, pero la actual gestión de Maximiliano Pullaro hasta el momento no decidió concretarla.
2015. Durante la inundación, los vecinos de Rincón Norte y Arroyo Leyes debieron improvisar una precaria defensa, ante el proyecto inconcluso de extender el anillo del terraplén. Mauricio Garín.
-¿Y qué ocurre con el casco urbano de Santa Fe?
-La ciudad también puede verse afectada por inundaciones pluviales, que provienen de las intensas lluvias que caen sobre el casco urbano. Se ha hecho mucho para mejorar los desagües pluviales, su mantenimiento es una tarea permanente, al igual que los reservorios del oeste. Esto requiere mucha participación de los ciudadanos en la responsabilidad individual sobre el manejo de la basura, porque es increíble la cantidad de desechos que se acumulan en los canales colectores.
-En base a su experiencia profesional, ¿qué se debe hacer en el futuro para estar mejor preparados?
-En general, la ciudad tiene su plan de contingencia para enfrentar situaciones de lluvias extremas. Pero lo que no se dispone en estos momento es de los planes de contingencia de cuenca, que puedan anticipar el comportamiento de todo el sistema del río Salado, por ejemplo, con lo cual uno puede anticiparse a situaciones de desborde que puedan producirse. Además, por fuera de los anillos de defensa hay zonas ocupadas que en estos casos se verían afectadas por crecidas del Salado.
-En consecuencia, ¿cuál es la prioridad?
-Disponer de un plan de contingencia para la cuenca del río Salado sería muy importante, pero mejorar el sistema de alerta temprana también es importante, porque implica no sólo tener el aviso de alerta meteorológico que advierte la posibilidad de que se produzca una tormenta de cierta magnitud, sino disponer de los sistemas de pronóstico hidrológico que permitan modelar y anticipar en tiempo real cuál es la crecida que se produciría con ese alerta meteorológico.
Es muy importante simular las situaciones de catástrofe. No es para asustar a la población. Es para saber cuál sería la reacción de todo el sistema si se producen situaciones de tormenta por encima de los valores habituales, es decir, de gran magnitud, como las ocurridas en Bahía Blanca; y poder anticiparnos para resolver de qué forma podemos estar mejor preparados.
-¿Y con el Paraná?
-En el caso del río Paraná estamos hoy en mejores condiciones, porque ante la ocurrencia de una crecida extrema contamos con 10 o 15 días para prepararnos, puesto que esa situación se ve definida a partir del caudal que ingresa al tramo medio del río Paraná, a la altura de Resistencia (Chaco) y Corrientes.
-¿Los vecinos saben hoy a dónde levantan su casa?, en relación a estos datos que usted menciona.
-La población debe saber cuáles son las zonas de riesgo. A veces hay una resistencia a señalarlas, tanto en las zonas urbanas como en la costa. A veces esa resistencia es incluso de los mismos habitantes, porque a nadie le gusta que le digan que esa zona se inunda porque pareciera que pierde su valor inmobiliario.
Las tormentas fuertes causas estragos en la ciudad y en la zona rural, como muestra esta imagen. Archivo.
Se deben detallar cuáles son las calles y los barrios que se inundan -aunque sea de forma transitoria- con lluvias abundantes. Si bien los desagües pluviales han mejorado muchísimo el drenaje, hay zonas bajas a donde con lluvias de determinada magnitud el agua se acumula y es muy difícil transitarlas, y ni hablar habitar la zona. Entonces, es necesario que se conozca cuáles son esas zonas e indicar con qué magnitud de lluvias se ven afectadas.
-¿Y en la zona rural y la costa?
-Sucede lo mismo, con la particularidad de que ocurre con el desborde de los cursos de agua. En los últimos años hubo muchos intereses inmobiliarios y desarrollos concretados en zonas de alto riesgo y zonas a donde no está indicado cuáles son los niveles de inundación. Es de utilidad disponer de esa información y dar publicidad a la población, aun con todos los inconvenientes que ello pueda producir en los intereses de la gente.
-¿Existen mapas que indiquen los barrios y las calles que se inundan? ¿Los vecinos cuentan con esta información?
-Los gobiernos de las ciudades del área metropolitana santafesina deberían señalar y comunicar cuáles son estas zonas con riesgo de inundaciones. Se conversó muchas veces sobre este tema. Pero nunca se terminó de concretar. La Municipalidad de Santa Fe dispone de un plano con los trabajos del INA que indican cuáles son las zonas con anegamientos y complicaciones, pero creo que nunca se dio a conocer a todos los vecinos. Lo mismo con la gente de la Costa (Distrito La Costa, Rincón y Arroyo Leyes).
En la ciudad hay zonas que cuando llueve mucho en poco tiempo, se inundan. Archivo.
Postes pintados
Por último, Paoli destacó una iniciativa del Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata (Buenos Aires), que tras las inundaciones sufridas elaboraron un plan de reducción de riesgos hídricos y señalaron cuáles son las zonas más complicadas. “Es muy pertinente lo que hicieron allí”.
En resumidas cuentas, lo que se hizo en La Plata con esta iniciativa fue indicar con un código de colores la base de los postes de la nomenclatura urbana, correspondiendo cada color al nivel de riesgo hídrico definido por expertos en un mapa. Algo que se podría replicar en Santa Fe.