La actriz argentina que hace del cine y el teatro un mismo lenguaje en Nueva York
Mercedes Riegé, de 23 años, construye su recorrido artístico en la Gran Manzana entre escenarios, sets y proyectos independientes, con una mirada que cruza actuación y producción desde una experiencia formativa que comenzó en Rosario y se expandió a nivel internacional.
La actriz argentina que hace del cine y el teatro un mismo lenguaje en Nueva York
Mercedes Riegé tiene 23 años y una certeza que atraviesa toda su historia personal y profesional: el arte no fue una decisión repentina, sino un recorrido que se fue dando de manera natural. La joven artista, que vive desde hace cinco años en Nueva York, desarrolla su carrera entre el teatro y la producción audiovisual, consolidándose en un circuito que combina escenarios, sets y trabajo creativo.
Al hablar de sus primeros vínculos con el arte, Riegé remite a los contenidos que marcaron su infancia. Creció consumiendo producciones donde la música ocupaba un lugar central. “Nací y crecí en la 'época dorada' de tanto Disney que teníamos. Veía Hannah Montana, Camp Rock, y también todo el mundo de Cris Morena, Floricienta, Casi Ángeles”, recordó.
La artista participa activamente en el circuito teatral y audiovisual neoyorquino.
Esa impronta fue determinante en su forma de entender la expresión artística. “Todo era muy musical, historias de niños y adolescentes que se expresaban cantando. Música era lo mismo que expresión”, afirmó. Esa idea se sostuvo cuando llegaron las actividades extracurriculares. “Mis papás me hicieron probar de todo, pero me mandé full por la comedia musical”, contó sobre sus años de formación en Rosario y Funes.
Desde muy chica combinó danza, canto y actuación en academias, cursos y clases particulares. “Arranqué de chica y fue todo tan orgánico”, señaló. Por eso, nunca sintió la necesidad de una decisión formal sobre su futuro. “No siento que tuve un momento en el que dije ‘a esto me dedico’. Era algo lógico, algo de siempre”, indicó.
La llegada aNueva York
El desembarco en Nueva York se dio en un contexto inesperado, atravesado por la pandemia. Riegé audicionó para una academia de la ciudad casi sin expectativas. “Nunca creí que tendría la oportunidad”, relató. La audición fue el 13 de marzo de 2020 y, días después, se anunciaba el inicio del aislamiento. Un mes más tarde llegó la confirmación. “Me avisan que me aceptaron y no lo podía creer”, dijo.
Con 23 años, Mercedes Riegé consolida su camino en la escena cultural de Nueva York.
Si bien había considerado otras ciudades como Buenos Aires, Madrid o Londres, Nueva York siempre ocupó un lugar especial en su imaginario. “Consumía historias de jóvenes que quieren ir a la industria. Fame, Glee, High School Musical. Nueva York me quedó muy marcado”, comentó.
Ya instalada, descubrió un entorno que favorece la iniciativa personal. “Nunca pensé que tendría una idea y podría concretarla tan rápido. Eso es algo extraordinario que tiene Nueva York”, afirmó.
En 2022 participó de una obra del off off Broadway y luego trabajó con compañías ligadas al circuito teatral, entre ellas el Manhattan Theatre Club. Actualmente, además de su trabajo artístico, se desempeña en el New York City Center en el área administrativa, una experiencia que define como formativa y enriquecedora.
Mercedes Riegé desarrolla su carrera artística entre teatro y cine en Nueva York.
Eje creativo
En paralelo a la actuación, Mercedes amplió su rol dentro de la industria y se consolidó como productora. “Cuando me preguntan qué hago, digo: ‘soy actriz y productora’, tanto de cine como de teatro”, se definió. En el último tiempo produjo cinco cortometrajes en 11 meses y participó en otros diez proyectos, con distintos niveles de involucramiento.
La joven actriz y productora argentina vive en la Gran Manzana desde hace cinco años.
Lo que más la entusiasma de la producción es el trabajo colectivo. “Mi trabajo es conectar al departamento de arte, cámara, actores, y unir a gente con distintas habilidades para crear un mundo”, explicó. Para ella, una película es una construcción conjunta, donde cada detalle suma sentido. “Eso es lo que me empezó a gustar mucho del tema de la producción”, afirmó.
Uno de sus proyectos más personales es “Please call dad”, un cortometraje que escribió y dirigió. “Pedí muchos favores a colegas y amigos y en tres días lo grabamos. Fue todo un éxito”, relató.
Actualmente se encuentra en etapa de postproducción, con la intención de estrenarlo el 3 de febrero en un screening que organizará en un teatro del East Village, donde también se proyectarán los otros cuatro cortos que produjo recientemente.
Visión integral del arte
Riegé prefiere hablar de objetivos más que de sueños. “El sueño a veces es muy surrealista. En cambio, los objetivos permiten trabajar en pos de eso”, reflexionó. Entre sus metas se encuentra crear su propia compañía de producción, generar proyectos y acompañar procesos creativos tanto en cine como en teatro.
Formación, escenarios y rodajes marcan el presente profesional de Mercedes Riegé.
Según observa, en Nueva York las fronteras entre disciplinas son cada vez más difusas. “Ahora vemos películas que se sienten como una obra de teatro y obras que incorporan lo audiovisual”, cerró. En ese cruce de lenguajes, Mercedes Riegé sigue construyendo su camino, con una mirada que combina formación, trabajo colectivo y una vocación artística que la acompaña desde la infancia.