Un joven de 27 años fue arrestado la semana pasada en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe, acusado de al menos dos violentos asaltos a mano armada.
Los apodos de él y su hermano son conocidos en barrio Estanislao López y en las cercanías también. Los acusan a ambos de al menos dos asaltos a mano armada.

Un joven de 27 años fue arrestado la semana pasada en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe, acusado de al menos dos violentos asaltos a mano armada.
Este muchacho, que será imputado este lunes en los tribunales de la capital provincial por el fiscal Ignacio Lascurain, fue aprehendido por la Policía de Investigaciones (PDI) durante un allanamiento realizado en una vivienda de barrio Estanislao López.
Por el momento, el sospechoso sólo fue identificado por sus iniciales (E.A.S.). Los investigadores sostienen que él tuvo como cómplice a uno de sus hermanos, quien fue aprehendido antes por otro delito.
Los apodos de ambos son muy conocidos por los vecinos de todo ese sector de la ciudad y están asociados a todo tipo de hechos contra la propiedad y las personas.
Su sola mención causa temor entre los habitantes del lugar y ello dificulta una de las tareas principales de la policía: conseguir testigos que quieran aportar información contra los malvivientes, que son parte de un grupo delictivo más numeroso.
Los oficiales de la PDI -con la guía del fiscal Lascurain- estaban tras los pasos de E.A.S. desde el 21 de junio pasado, cuando ocurrió un violento robo contra un motociclista en el cruce de calles Mantovani y Grierson.
Los autores del hecho fueron dos ladrones que amenazaron a la víctima con armas de fuego para robar su moto. Todos los cañones apuntaron a E.A.S. y su hermano.
La PDI realizaba tareas de campo para reunir elementos contra los sospechosos cuando poco después ocurrió un segundo episodio. En calle José Pedroni al 6400, un “repartidor” de productos alimenticios fue interceptado por los malvivientes que le apuntaron con un arma de fuego para amenazarlo.
Así le pudieron sustraer el dinero que acababa de cobrar en comercios de la zona, unos 150 mil pesos en efectivo.
Otra vez las pruebas se orientaron en la misma dirección a la buscar a los culpables.
Uno de los hermanos fue arrestado poco después. Una patrulla policial lo esposó y lo llevó a la cárcel porque circulaba por la vía pública con un arma de fuego oculta entre sus ropas.
“Estaban cebados. Tal vez podríamos haber esperado a reunir más elementos en su contra, pero era peligroso dejarlos seguir. Podían terminar cometiendo algún hecho más grave todavía”, confesó uno de los investigadores.
Fue así que el viernes, a pedido del funcionario del Ministerio Público de la Acusación, la Justicia ordenó un operativo para apresar a E.A.S., que fue hallado en su domicilio, en la cuadra de Gorriti al 6200.
Trascendió que la audiencia imputativa se realizará este lunes y que luego la fiscalía solicitaría la prisión preventiva.




