Los números coincidieron con los reclamos. Este lunes, casi al unísono, se publicaron estadísticas preocupantes para las universidades argentinas y se volvieron a alzar voces pidiendo fondos para la educación superior pública a nivel nacional.
Seis de las siete casas de altos estudios nacionales incluidas en el CWUR descendieron de posiciones respecto al año anterior. El informe se publicó el mismo día que en Santa Fe se presentó un nuevo proyecto de ley para garantizar recursos. A nivel global, Harvard mantiene el liderazgo en medio del conflicto con Trump, mientras crece el poderío chino.

Los números coincidieron con los reclamos. Este lunes, casi al unísono, se publicaron estadísticas preocupantes para las universidades argentinas y se volvieron a alzar voces pidiendo fondos para la educación superior pública a nivel nacional.
Por la mañana, se conoció que seis de las siete universidades argentinas presentes en el ranking global Center for World University Rankings (CWUR) bajaron su calificación y retrocedieron en su posición respecto al año anterior.
En paralelo, rectores de universidades públicas se reunieron en la ciudad de Santa Fe para reclamar financiamiento y presentar ante legisladores nacionales un nuevo proyecto de ley que garantice previsibilidad presupuestaria hasta 2031.
La conjunción de hechos expuso la tensión de las universidades argentinas: mientras sigue siendo reconocido internacionalmente por su calidad educativa, la falta de financiamiento afecta su capacidad investigativa.
El sistema universitario en su conjunto viene reclamando por la crítica situación de financiamiento, especialmente, por falta de fondos en materia salarial y de investigación, con dos masivas marchas a largo de todo el país y un proyecto de ley aprobado en el Congreso que derivó en un veto presidencial en 2024.
El CWUR, con sede en Emiratos Árabes Unidos, publicó su informe 2025 que analiza 21.462 casas de estudio superior en el mundo y clasifica a las mejores 2000 según cuatro criterios: calidad educativa (25%), empleabilidad (25%), calidad del cuerpo docente (10%) e investigación (40%).
Argentina figura con siete universidades, todas públicas, y dos de ellas de la provincia de Santa Fe. Se trata de la Universidad de Buenos Aires en el puesto 409, la Universidad Nacional de La Plata (752), la Universidad Nacional de Córdoba (819), la Universidad Nacional de Rosario (1576), la Universidad Nacional del Litoral (1693), la Universidad Nacional de Cuyo (1793) y la Universidad Nacional de Mar del Plata (1841).
Si bien sigue siendo destacable la valoración a las casas de altos estudios nacionales, solo una de ellas —la Universidad Nacional de Córdoba— logró este año mejorar su posición. Las restantes, incluida la UBA que es la mejor rankeada, descendieron en la tabla global.
Además, en esta edición quedaron fuera del ranking la Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca, que había clasificado en 2024. Y también las universidades nacionales de Tucumán y del Comahue que habían ingresado a la lista en años anteriores.
Desde CWUR advirtieron que el factor determinante en este retroceso es el deterioro del rendimiento en investigación, un aspecto vinculado directamente al financiamiento. “El principal factor del declive de las universidades argentinas es el rendimiento en investigación, en medio de una intensa competencia global por parte de instituciones con una sólida financiación. En el top 2000 global, todas las universidades argentinas tienen una clasificación inferior a la del año pasado en investigación”, advirtieron desde la consultora árabe.
En números, la UBA bajó del puesto 390 al 409, retrocediendo 19 posiciones, la UNLP cayó 20 lugares, la UNR bajó 59 ubicaciones, la UNL descendió 18 puestos, la de UnCuyo decreció 46 escalones y la de Mar del Plata bajó 78 peldaños. En contraste, la Universidad Nacional de Córdoba trepó al lugar 819, subiendo 155 posiciones respecto al 2024.
Nadim Mahassen, presidente del CWUR, fue categórico en el informe adjunto : “Aunque Argentina mantiene siete universidades entre las mejores del mundo, lo alarmante es el retroceso por el debilitamiento del rendimiento en investigación y los recortes del Gobierno. Sin una mayor inversión y planificación estratégica, el país corre el riesgo de quedar aún más rezagado”.
Pese al retroceso en el ranking CWUR, la Universidad Nacional del Litoral volvió a figurar entre las 2000 mejores del mundo. Además, de las seis universidades que cayeron fue la que menos posiciones retrocedió, consolidado a Santa Fe como referencia educativa regional.
Además, este mismo lunes se produjo en la ciudad de Santa Fe la entrega del proyecto de Financiamiento Universitario a diputados nacionales, resaltando la importancia en la producción científica del país y solicitando por ello la inversión necesaria para sostener y hacer crecer al sector.
Enrique Mammarella, rector de la UNL, encabezó la presentación en el Rectorado, respaldado por el rector de la UNR, Franco Bartolacci, Eduardo Donnet, decano de la UTN-Santa Fe y María Cecilia Gutiérrez de la Universidad Nacional de Rafaela.
El acto también contó con la presencia de estudiantes y gremios y diputados nacionales de diversos bloques. El texto propone llevar el presupuesto universitario al 1,5% del PBI hasta 2031, estableciendo una actualización automática que reemplace el esquema actual, marcado por la discrecionalidad y los ajustes.
"Lo que se prevé es, de aquí en adelante, tratar de encontrar dentro de la responsabilidad del Estado, de los recursos que el Estado, sumar en forma automática una proporción de ellos que se destinen directamente al presupuesto de Educación”, explicó Mammarella.
Por decimocuarto año consecutivo, la Universidad de Harvard encabezó el ranking global del CWUR. La siguen el MIT y Stanford. Sin embargo, esta edición tiene un matiz inédito: por primera vez, China superó a Estados Unidos como el país con mayor número de universidades en el top 2000.
El presidente del CWUR alertó que, mientras las universidades chinas crecen por su fuerte inversión estatal, las estadounidenses enfrentan recortes y tensiones políticas.
“Si bien Estados Unidos aún cuenta con las mejores universidades del mundo, el declive de la gran mayoría de sus instituciones de educación superior debería ser motivo de preocupación para la administración Trump”, consideraron desde CWUR.
El caso más visible de este conflicto interno está precisamente en Harvard, que está envuelta en una disputa política con Trump. La embestida incluyó recortes de fondos, cancelación de contratos federales y trabas a la llegada de estudiantes extranjeros.
El CWUR utiliza una metodología basada en indicadores objetivos. Evalúa la calidad de la educación según la cantidad de exalumnos con distinciones internacionales; la empleabilidad, mediante el éxito profesional de los graduados; la calidad del cuerpo docente, a través de premios y distinciones; y la investigación, en función de la cantidad, impacto y alcance de las publicaciones científicas.
A nivel latinoamericano, Argentina ocupa el quinto lugar en cuanto a la posición de su mejor universidad (la UBA), por detrás de instituciones de Brasil, aunque seis de las diez mejores universidades regionales están en este país, marcando una diferencia clara en términos de inversión y resultados.




