Los Mentidores: blues made in Córdoba

Los Mentidores se presentarán en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) el jueves 29 de mayo a las 21 en el marco del ciclo Club de Blues Local. Como bandas invitadas estarán Perro Suizo y Los Herederos del Blues. La entrada es libre y gratuita.

El grupo está integrado por Franco Ronchetti en voz (cantante de 4 al Hilo), José Palazzo (destacado productor, creador del Cosquín Rock) en bajo, Diego Mari en guitarra líder, y dos bluseros de pura cepa y de amplia trayectoria en el blues cordobés como son Fernando Ormeño en voz y armónica y Claudio Grimau en batería. Actualmente están presentando “El envidioso”, una colaboración con Juanse que constituye el segundo anticipo de “Blend”, su tercer álbum.

En diálogo con El Litoral, Palazzo repasó el recorrido de esta afición convertida en un proyecto constante, parte de una movida que busca renovar fuerzas.

Una pasión compartida

-La gente te conoce por tu faceta de productor, de organizador del Cosquín Rock, pero en este caso te vamos a tener en tu faceta de bajista de Los Mentidores.

-Soy primero bajista y después productor, porque cuando tenía 12 años mi mamá me regaló un bajo. Yo creía que era una guitarra, entonces fui a un profesor de guitarra; y el profesor me dijo: “Maestro, usted tiene un bajo”. Entonces al profesor de bajo, de los 12 a los 13 años, durante 1 año; un profesor muy piola, que me hizo amar el instrumento.

A dos cuadras (más o menos) de mi casa había un quiosco, donde yo siempre iba a comprar; y siempre escuchaba que al fondo había como un ruido de una banda tocando. Entré por el costado, pedí permiso; y en el patio de atrás había una salita donde ensayaba una banda. Les dije que tocaba el bajo, la banda tenía teclado, voz y batería. Así que empecé a tocar con esa primera banda cuando tenía 14 años.

A los 18 años estábamos fanatizados con los Guns N’ Roses, muy copados: hicimos una banda de hard rock que se llamaba Rush and Roll. Con esa banda grabamos un disco, con producción de Juanchi Baleirón y Mario Breuer en el año 92. Sacamos un disco por Sony, me acuerdo que era un CD; y después publicamos seis discos más de Rush and Roll que están en Spotify. Uno en vinilo: imagínate que sacamos un single en vinilo en el 93. y después sacamos varios discos más.

-Juanchi y Breuer tope de gama.

-Sí, tope de gama. Después cuando la compañía discográfica estaba como más interesada, porque había furor por los Guns N’ Roses, y acá en Argentina salió la banda Escocia y un par más, no pude tocar más: estaba con mucho laburo, había sido papá. Tenía mucha actividad laboral y no pude seguir con la banda.

Hace unos 13 años atrás me volví a juntar con mis amigos, tocábamos muy de vez en cuando, en los ratos libres: yo laburo los fines de semana, entonces era difícil. Cuando me separé, a los 43 años (ahora tengo 55), laburaba los fines de semana, justo fue en el 2017, cuando hicimos la los primeros Cosquín Rock de Latinoamérica, que hacíamos cuatro por año. Yo cada 15 días estaba por Latinoamérica, no tenía fines de semana libres, tenía muchos shows.

Como soy fanático, coleccionista e historiador (amateur) del blues, iba todos los martes a un club que había en un barrio conocido de Córdoba que es Güemes, que se llama El Mentidero; donde había zapadas de blues. Entonces, me ponía primero en la fila y tocaba de bajo. Y como había pocos bajistas de blues (casi todos eran violeros o armoniquistas), el batero y yo tocábamos casi fijos.

Durante tres martes seguidos iban los músicos de cuarteto (porque tocan de miércoles a domingo), iban los músicos de rock, todo el mundo: era una zapada muy linda. Y el cuarto martes que ya éramos la misma agrupación la bauticé Los Mentidores: por El Mentidero, no por mentirosos. Ahí quedó el nombre, eso fue en abril más o menos. Y en julio nos juntamos en mi casa durante cuatro días: yo ese fin de semana no laburaba, algunos habían suspendido sus shows; con un cantante de cuarteto, que ahora no puedo seguir en la banda: Daniel Guardia, que era el cantante de La Barra. Iván Singh, un guitarrista que ahora toca con Buddy Guy, está radicado en Chicago; es un bluesman muy importante ahora.

Con él y la banda actual, que es Fernando Ormeño, Franco Rochetti, Claudio Grimau, nos juntamos en el quincho de mi casa y preparamos un disco, el primero de Los Mentidores. Lo presentamos en el bar ese, y lo grabamos en DVD, está colgado en el canal de YouTube.

Dos años después ya tocábamos bastante (cada uno cuando podíamos en nuestros ratos libres) grabamos el segundo disco, que ya tuvo más preproducción: participaron Facundo Soto (Guasones) y Ulises Bueno de invitados; siempre nos gustaba darle una presencia de otros estilos y de Córdoba al disco de blues.

Y ahora acabamos de terminar nuestro disco nuevo que lo produjo Ricardo Tapia: ahora estrenamos, “El envidioso”, un blues funky con la participación de Juanse. Es un disco con muchas participaciones: está Eugenia Quevedo de La Banda de Carlitos, está Joaquín Levinton, está Ricardo Tapia (La Mississippi); hay un coro gospel, que se llama Misty; están el percusionista y el acordeonista de la Mona Jiménez, invitado en algunas canciones. Es un disco que tiene mucha variedad de canciones country, blues y soul.

Variedad

-¿Cómo fue trabajar con Ricardo en la producción? Ya el año pasado había salido también “La prisión”, que fue el adelanto.

-Ricardo para mí es uno de los mejores productores que tiene la República Argentina. Tiene una visión muy clara de lo que es todo el rango de música que nos gusta a nosotros: el blues, el country, el soul, el gospel, el rock and roll. Entonces agarró todas las canciones, las maqueteó, pero con guitarras criollas y acústicas.

Después fue a casa, hicimos un retiro durante cuatro o cinco días, y él le fue dando el color que nosotros teníamos en nuestra cabeza. Viste cuando uno lee un escritor y dice, “Ah, se me hubiera ocurrido lo mismo, pero lo escribió él”; él trajo a la sala ideas, rompió algunas canciones y las retransformó. De hecho, el laburo que hizo con Euge Quevedo es maravilloso: Euge para mí es uno de los mejores cantantes que tenemos en la Argentina, canta cuarteto; pero él la hizo cantar como Dolly Parton. Y la canción que cantan juntos Ricardo y ella es como un country de Dolly Parton: consiguió rescatar ese espíritu del country de Nashville y lo trajo acá. Así que fue una producción muy maravillosa

El disco sale en junio, se llama “Blend”, porque tiene tiene muchas cepas: tiene rock and roll clásico, blues de Chicago, country rural, gospel, hasta un valsecito.

-Vienen de distintas tradiciones: músicos que tocan cuarteto, que tocan rock,que han que han tocado blues históricamente. ¿Cómo es amalgamar todo eso, en una identidad tan tradicional y tan fuerte?

-Todos los que tocamos en la banda somos fanáticos del blues. Cada uno tenía su propia formación: Franco Rochetti tiene Cuatro al Hilo, que ya tiene como diez discos, es una banda muy importante de Córdoba. Fer Ormeño es una de las mejores armónicas de blues que he escuchado en mi vida. Claudio Grimau también pasó por varias bandas de blues cordobesas. Diego Rayo Mari, que es el violero actual, también ha tocado varias. Y yo soy muy fanático del blues.

De hecho, tenemos un programa en la Cosquín Rock Radio, lo tenemos desde hace ya 11 años en distintas radios, que se llama “La Casita del Blues”: en realidad La Casita del Blues que tiene Cosquín Rock como un escenario nace de esto. Viajé a Chicago, en el Festival de Blues de Chicago (que es gratuito en el parque) había una muestra de Alan Lomax y su música, que era la escenografía del front porch de una casa del Delta del Mississippi; y me volví loco.

Vine y conté que había una casita del blues; todos se cagaban de risa, porque en realidad era la escenografía del porch de una casa donde Alan Lomax grabó a muchos músicos rurales. Entonces eh empezamos a hacer un programa llamado “La Casita del Blues”, y decidimos hacer la escenografía en el Cosquín Rock; y esa Casita cumple diez años la edición 2026 de Cosquín.

Internacionales

-Con este proyecto tocaron junto a Joe Satriani, Ciro y Los Persas; también participaron del Mississippi Delta Blues en Brasil. ¿Cómo fueron esas experiencias de salir a jugar fuerte con la banda?

Tocamos invitados de La Vela, invitados de Ciro, muchas veces. Varias bandas que también son como primos hermanos del blues nos han invitado a tocar con ellos.

La experiencia de Brasil es hermosa, porque es el festival más grande que tiene Brasil de blues clásico y tradicional. Se llama Mississippi Delta Blues Festival, y se hace en Caxias do Sul todos los años, y una vez cada dos años se hace en Río de Janeiro.

Tocamos con Los Mentidores, y también fuimos la backing band de Claudette King, la hija de B. B. King; y fuimos la backing band de Tyrone Vaughan, el hijo de Jimmy Vaughan, que hizo una gira por Latinoamérica y nosotros lo acompañamos en sus tres fechas en Brasil y en sus fechas acá en Argentina.

Fueron experiencias muy buenas; es muy loco, porque fuimos la única banda que cantó en español en el festival de blues (salvo Ricardo Tapia, que cantó en español), y la gente se copó, estuvo buenísimo. Tocamos temas del primer y segundo disco; sólo hicimos un cover, que fue “Hoochie Coochie Man” (Muddy Waters): lo tocamos siempre en nuestros shows y fue maravilloso.

-¿Cómo fue prepararse para ser backing band, que alguien te diga: “Tomá, los temas son estos, vamos con esto”.

-Fue muy divertida la preparación, porque nos mandan las canciones; Claudette King, tocó tres temas de su disco propio y seis temas de B. B. King. Fue muy impresionante: imaginate lo que es tocar con la hija de B. B. King, que además de ser muy parecida al padre canta impresionante: es una big mamma increíble. Tocar los temas de B. B. King, que es un tipo al que adorás, idolatrás, y llevás como una de tus mayores influencias; y que 3.500 personas en un festival de blues, las coreen a los gritos, fue espectacular.

La preproducción fue muy divertida, porque nos mandaron las canciones, un día hicimos una video llamada con Claudette, fue emocionante para nosotros. Después vino a Córdoba, un día antes, ensayamos en mi casa una hora y media a la siesta y después una hora y media de la tarde.

Con Tyrone Vaughan hicimos lo mismo, vino un día antes y después tocamos en vivo; como tocamos seis shows con Claudette, tres shows en Brasil, tres shows en Argentina. Ya los últimos shows eran muy cómodos.

-Primero está el miedo de que diga, “No, mi papá no lo tocaba así”.

-¿Qué te parece? Además, la comparación, que es odiosa, nos queríamos morir: sentíamos que éramos los Danger Four de B. B. King.

Escena vigente

-Desde la mirada del productor, ¿cómo ves la escena del del blues en la Argentina? Tuvo un momento muy fuerte hace unos años, y ahora quizás no tanto.

-Le debemos la gran exposición de la escena a La Mississippi, a Memphis, a Durazno de Gala, a esas bandas tan importantes como Las Blacanblus, que generaron un movimiento muy importante del blues argentino. Después sólo se escucha blues argentino en algunas canciones de Los Piojos, de La Renga, de los Ratones Paranoicos. La Mississippi, que tuvo un festejo muy importante y llenó el Luna Park una vez con Billy Gibbons (ZZ Top) festejando sus 35 años (dicho sea de paso, Los Mentidores, las dos veces que La Mississippi tocó en el Luna Park marzo estuvimos invitados por ellos).

La escena del blues requiere de mucho trabajo. Este disco que nosotros estamos sacando, que tiene participaciones importantes como Juanse, Joaquín y Euge Quevedo, le va a dar una visibilidad al blues en otros ámbitos.

Creo como productor que el rock está volviendo con mucha fuerza; que las bandas de rock están empezando a sonar de nuevo en las radios; que que los chicos que a lo mejor escuchan música urbana, o indie, o pop, también están echando un vistazo a las nuevas bandas de rock argentinas, y eso es muy saludable. Ahí hay un espacio para que el blues tenga tenga lugar. Por supuesto que es una música de nicho, como el jazz; pero el blues tiene un lenguaje más parecido al rock and roll, y eso le da mucha vida.

El disco de Los Mentidores, que sale en junio, tiene rock and roll, gospel, soul, country. Nuestros dos primeros discos (“Los Mentidores” y “Tipos serios”) son de blues muy estricto, bien de Chicago, eléctrico, con la impronta que le daba Iván. Este disco nuevo tiene mucha personalidad y tiene mucha variedad.

La escena del blues tiene que volver a surgir: La Mississippi está haciendo un gran trabajo, y hay que motivar a que grandes bandas que han dejado de tocar vuelvan. Creo que lo de “El Eternauta” ayuda, porque hay bandas como El Reloj (una banda de rock and blues), que ha tenido una alta exposición en la serie. Hemos tenido bandas como Manal, como Pescado Rabioso, que han tenido momentos de blues, y blues muy clásicos.

-Hay una escena de blues en el interior, con bandas como Perro Suizo de Rosario y Los Herederos del Blues de Santa Fe, que van a compartir el escenario con ustedes. Hay un trabajo haciéndose.

-Hacia ahí hay que trabajar. Perros Suizo son muy amigos nuestros, hemos tocado varias veces. De hecho, el saxo Perro Suizo (Matías Belmonte) casi siempre toca de invitado nuestro: tocó en el Quilmes Rock, tocó cuando estuvimos en Makena. Siempre que andamos cerca se nos suma, ni lo tenemos que hablar: si está al costado del escenario, ya sabe cuándo entra y ni pregunta.

Creo que las bandas del blues necesitan de más contención: La Casita del Blues en el Cosquín Rock tiene 18 bandas de blues de todos los estilos vinculados con el blues; y creo que el festival de San Pedro también es un alimento muy importante para el blues y el country en Argentina. Así que hay que seguirle apostando a eso.