Un intrépido delincuente perpetró un robo a pleno día en una vivienda de barrio Guadalupe, en la zona noreste de la ciudad de Santa Fe.
Ocurrió en horas del mediodía. Un delincuente burló a una empleada doméstica y robó varios miles de dólares del interior de una vivienda. Tres cómplices en un automóvil lo ayudaron a escapar.

Un intrépido delincuente perpetró un robo a pleno día en una vivienda de barrio Guadalupe, en la zona noreste de la ciudad de Santa Fe.
El episodio tuvo lugar en la cuadra de calle Defensa al 7800, en una de las esquinas que se forma con Pavón, pocos minutos después del mediodía de este jueves.
Según se pudo reconstruir, el ladrón -un hombre alto y muy bien vestido- tocó el timbre de la casa, que pertenece a una empresaria de la capital provincial.
La propietaria estaba de viaje y el hombre lo sabía. Atendió la empleada doméstica, que le abrió la puerta sin desconfiar. Él le mencionó nombres que le resultaron familiares a la mujer, nombres de personas que trabajan para la firma y que habitualmente hacen trámites para su empleadora.
Evidentemente, el asaltante sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Dijo que traía unos papeles y que lo enviaron para buscar dinero que la empresaria había dejado en su habitación. Subió la escalera, sacó unos 7 mil dólares desde el interior de la caja fuerte y se dispuso a salir.
Cuando la trabajadora sospechó, lo confrontó y el hombre la amenazó con dispararle, mientras amagaba con sacar un arma de fuego que presuntamente llevaba oculta.
Trascendió que en ese momento llegó al lugar el hijo de la víctima y mientras él estaba en la vereda, el delincuente escapó por la parte trasera, por calle Pavón.
Se inició entonces una persecución que terminó en la intersección de calles Italia y Pavón, donde el ladrón se cayó, pero en ese momento fue “rescatado” por tres cómplices que lo cargaron en un automóvil VW Bora blanco para darse a la fuga, ante la mirada del hijo de la dueña de casa y otros vecinos que habían tratado de darle alcance.
Peritos de la Policía de Investigaciones analizaron la escena del robo en busca de pistas, a la vez que buscaron imágenes de cámaras de vigilancia de la zona para tratar de individualizar a los autores del hecho.
“Evidentemente fue una entrega. El hombre conocía información del movimiento de la casa y de la propietaria. Sabía que ella estaba de viaje y también los nombres de empleados de la empresa. Todo había sido minuciosamente planificado”, deslizó uno de los investigadores.




