La audiencia de prisión preventiva para el policía que el viernes 1 de agosto hirió gravemente a su pareja y se tiroteó con sus pares que finalmente lograron reducirlo, fue suspendida este viernes 8 de agosto a pedido de la defensa.
El tratamiento de las medidas cautelares estaba previsto para el viernes 8 en los tribunales de Santa Fe, pero un cuadro de salud complejo suspendió la actividad judicial. Aguardaban los informes médicos.

La audiencia de prisión preventiva para el policía que el viernes 1 de agosto hirió gravemente a su pareja y se tiroteó con sus pares que finalmente lograron reducirlo, fue suspendida este viernes 8 de agosto a pedido de la defensa.
La decisión judicial de postergar el tratamiento de las medidas cautelares para César O. Muga (53) se debió a un complejo cuadro de salud mental, en el cual el uniformado habría expresado ideas suicidas.
El episodio se produjo el miércoles, luego de que fuera llevado a los tribunales locales, donde el fiscal Roberto Olcese lo imputó como autor del delito de “tentativa de femicidio calificado también por haber mantenido una relación de pareja con la víctima”.
A su vez, se le atribuyó la autoría de “atentado y resistencia a la autoridad”, ambos calificados (por haber sido a mano armada y por ser el imputado un funcionario público).
Al finalizar la audiencia, Muga fue trasladado al Hospital Cullen para realizarle curaciones producto de una herida de arma de fuego que tiene en una de sus piernas y habría sido en ese contexto que se produjo el brote.
Tras tomar conocimiento de ello, la abogada del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (Sppdp), Leticia Feraudo, solicitó la postergación del acto judicial el jueves por la mañana, lo cual fue consentido por la fiscalía.
Y si bien desde el MPA y la Defensa aguardaban los informes médicos realizados al detenido, quien el viernes permanecía en la sala de presos del mencionado nosocomio, la Oficina de Gestión Judicial Nº 1 reprogramó la audiencia para el lunes 11 de agosto.
La cautelar tendrá tratamiento a partir de las 11.45, en Sala 2 del subsuelo de tribunales y estará a cargo del juez penal Sebastián Szeifert, según indica el Calendario de Audiencias del Poder Judicial de San Santa Fe.
El caso que es investigado como una “tentativa de femicidio” ocurrió la mañana del viernes 1° de agosto, en una vivienda del barrio Nueva Esperanza, donde residía Muga junto a su familia, en el norte de la capital provincial.
Tal como lo adelantara en el transcurso de la semana, el fiscal Olcese solicitará la prisión preventiva para el investigado, de quien sostuvo, “ejercía violencia de género física y psicológica en contra de la víctima”.
El representante del MPA mencionó que “más allá de que no tenemos conocimiento de que haya habido denuncias previas, allegados a ambos brindaron testimonios acerca de cómo era la relación desigual de poder que tenían”.
Muga está acusado de haber utilizado su arma reglamentaria -pistola calibre 9 mm- para agredir a su pareja, a la que disparó tres proyectiles que impactaron en el cuerpo; y también para atacar a los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) que intentaban reducirlo.
En el primer caso, el fiscal expuso que “la agresión cesó cuando intervinieron dos hijas de la pareja –una de las cuáles declaró ante el juez”. “Ellas protegieron a su madre y la llevaron hasta otra parte del inmueble”.
Respecto de sus pares del GOE, neutralizaron los disparos de Muga utilizando los escudos balísticos, para luego reducirlo y desarmarlo con un “tiro táctico” en una de sus piernas.
Intervino un negociador de la URI, quien trató de entablar diálogo con Muga durante dos horas y media. Sin embargo, el hombre tuvo una escalada de violencia que obligó a las autoridades a ordenar la irrupción.
En entrevista con los medios, la jefa de policía de la Unidad Regional Uno, Margarita Romero confirmó que la noche previa existió un llamado de vecinos al 911 por un desorden familiar en el lugar, no obstante aclaró que “no hay denuncias previas de violencia de género en la comisaría de la jurisdicción”.
También respondió acerca de la situación de revista del uniformado que “no tenía carpeta psiquiátrica ni psicológica”, dijo. “En julio de 2023 volvió a la actividad después de haber estado 10 años y 6 meses en disponibilidad, pero no por violencia de género sino por incumplimientos de su función”.
Ante la repregunta de los periodistas que trabajaban en la calle, la jefa de la URI aclaró que Muga fue investigado por “un cohecho” y “cuando se cerró la causa judicial se le hizo una Junta Médica” que fue la que “dictaminó que volviera a la actividad”.
Previo a su detención, Muga prestaba servicios en Comisaría 16° de la ciudad de Recreo y según sus jefes era un “excelente empleado policial”, referenció la comisario Romero. “Nunca manifestó en su trabajo que tenía problemas en su familia”, agregó.




